El proyecto Saare-1, liderado por Oxan Energy, marca un hito en la transición energética de Estonia y en la región del Báltico. Este parque eólico flotante, con una capacidad de 900 MW, no solo es el primero de su tipo en el país, sino también un paso clave hacia el objetivo de Estonia de convertirse en un exportador neto de electricidad renovable para 2035. Paul-Dauphin afirma: “El principal objetivo es suministrar electricidad a la nación báltica, comenzando con Estonia”.
El proyecto, que ha asegurado una concesión de 50 años, se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo, incluyendo evaluaciones de impacto ambiental (EIA) y estudios de ingeniería, con una decisión financiera esperada para 2031 y la puesta en marcha programada para 2033. “La idea es alcanzar una decisión financiera en 2031 y luego comenzar a suministrar electricidad a Estonia y, más ampliamente, a la plataforma del Báltico”, comentó Paul-Dauphin a Strategic Energy Europe.
Impacto de Saare-1 en la transición energética de Estonia
Estonia se ha convertido en un actor clave en la transición hacia la energía limpia en el norte de Europa. Este proyecto eólico es particularmente relevante, ya que podría cubrir hasta un tercio de la demanda eléctrica del país. “Estonia está en camino de producir mucha más electricidad renovable de la que necesita”, explica Paul-Dauphin.
El país ha establecido una meta ambiciosa de lograr 100% de electricidad renovable para 2030. “El objetivo de Estonia es alcanzar 100% de electricidad renovable y, más allá de eso, convertirse en un exportador neto de electricidad”, agrega Paul-Dauphin. Este compromiso posiciona a Estonia como un líder regional, sirviendo de ejemplo para otros países bálticos.
Por qué Oxan Energy fue el único postor
El proyecto Saare-1 fue adjudicado a Oxan Energy tras ser la única empresa en presentar una oferta en la subasta organizada por la Autoridad de Protección al Consumidor y Regulación Técnica de Estonia (CPTRA), con una oferta de 1,32 millones de euros, igual al precio de partida. A pesar del interés inicial de otras compañías, Oxan Energy fue la única en formalizar su propuesta.
Paul-Dauphin aclara: “Fuimos los únicos en presentar una oferta, pero no los únicos participantes”. Utilitas y Luxcara también estaban preclasificadas, pero decidieron no participar. Uno de los principales motivos de la baja competencia fue la incertidumbre en torno al modelo de subasta. “Este proyecto no incluye un mecanismo de Contracts for Difference (CFD), lo que representa un riesgo significativo para algunos actores”, explica.
Además, el tamaño del proyecto—equivalente a un tercio del consumo eléctrico de Estonia—plantea preguntas sobre la distribución de la electricidad generada. “Para nosotros, este proyecto es una gran oportunidad, pero para otros puede parecer más arriesgado, lo que probablemente influyó en la baja competencia en esta subasta”, añade Paul-Dauphin. No obstante, la adjudicación estratégica de Saare-1 refuerza el compromiso de Oxan Energy con el desarrollo de energía renovable en Europa.
La apuesta estratégica de Oxan Energy
A pesar de tener su sede en Francia, Oxan Energy considera que Estonia es un lugar estratégico para invertir en energía eólica flotante. Según Paul-Dauphin, la proximidad e integración de Estonia con Europa la convierten en una elección natural. “Estonia está muy integrada en Europa. Aunque no es un país grande, el potencial del Mar Báltico como plataforma regional es enorme”, señala.
El Mar Báltico tiene una capacidad estimada de 10 GW para instalaciones eólicas marinas, representando una oportunidad significativa para Oxan Energy y otros actores del sector. Paul-Dauphin destaca que la compañía ve a Estonia no solo como un mercado local, sino como parte de una plataforma regional que incluye Polonia, Finlandia, Suecia e incluso Alemania. “El Mar Báltico tiene un gran potencial para la energía eólica marina, no solo para países individuales, sino para toda la región como un sistema integrado”, enfatiza.
Ventajas de la tecnología eólica flotante
El proyecto Saare-1 utilizará turbinas eólicas flotantes, una tecnología innovadora que ofrece múltiples ventajas sobre las turbinas de fondo fijo. “Las turbinas flotantes permiten la instalación lejos de la costa, evitando oposición de las comunidades costeras y ofreciendo más flexibilidad en la ubicación, sin depender de las condiciones del fondo marino”, explica Paul-Dauphin. Esto es particularmente relevante en el Mar Báltico, donde las profundidades pueden alcanzar hasta 85 metros, superando los límites de las turbinas de fondo fijo.
Además, Paul-Dauphin subraya el potencial global de la energía eólica flotante. “El 80% de las zonas de viento marino en el mundo serán flotantes en el futuro. Esto abre la posibilidad de instalar cientos de parques eólicos lejos de la costa y utilizar la electricidad producida para actividades como la producción de hidrógeno”, señala.
Oxan Energy y su expansión global
El éxito del proyecto Saare-1 es solo el comienzo de los planes de Oxan Energy para expandir su presencia en el sector de energía renovable. Además de estar preclasificada en una licitación de varios gigavatios en Francia, la empresa se enfoca en mercados emergentes con gran potencial. “Somos pioneros en energía eólica marina, especialmente en países donde aún hay incertidumbre y riesgo. Nuestro enfoque está en mercados como Italia, España, Portugal, Grecia, así como Asia del Sur y varios países de Sudamérica como Chile y Argentina”, indica Paul-Dauphin.
Esta estrategia posiciona a Oxan Energy como un actor ágil que complementa a las grandes empresas en mercados emergentes. Saare-1 servirá como un modelo replicable para otras naciones que buscan diversificar sus fuentes de energía renovable y fortalecer su independencia energética.
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