El pasado 25 de enero, finalizó el plazo para que los proyectos renovables, que habían recibido sus derechos de acceso y conexión entre el 31 de diciembre de 2017 y el 25 de junio de 2020, recibieran su declaración de impacto ambiental, a riesgo de perder su punto. 

En diálogo con Energía Estratégica España, el ex Consejero de la Comisión Nacional de Energía y asesor de energía, Francisco Javier Peón Torre destaca que estos procesos administrativos en el país “han ido con tropiezos desde hace años”. 

 “Yo creo que en España hace falta una planificación a medio y largo plazo con las tramitaciones, y sobre todo, de lo que se quiere hacer con ellas”, explica el especialista. 

 Siguiendo esta idea, el experto explica que suele haber malas políticas regulatorias que generan un “efecto estampida”, una aceleración en la presentación de expedientes, seguida de un freno brusco por el cuello de botella de los recursos disponibles para atenderlos, lo que genera “muchos problemas” para los inversores que quieren previsibilidad.  

 “Pasó con Rodríguez Zapatero y una avalancha de fotovoltaica a costes que el sistema no podía soportar y que contribuyó a generar el déficit de tarifa de casi €30.000 millones, que frenó en seco el desarrollo de las renovables y todavía se litiga en arbitrajes”, compara el especialista.

 “Con el PNIEC 2020.2030 se vuelve a acelerar con objetivos ambiciosos, pero cuando la avalancha de expedientes vuelve a llegar, se ponen todo tipo de trabas y restricciones, para hacer caer expedientes. Desde el RDL 23/2022 hasta el hito del 25 de enero, hubo casi tres años en los que se podría haber planificado cómo ir resolviendo estos expedientes”, detalla el experto.

 Por otro lado, también hace hincapié en la necesidad de simplificar estos procedimientos. Como así también, incorporar más recursos económicos y técnicos a las administraciones competentes. Ya que es allí donde se halla uno de los cuellos de botella más importantes para los proyectos renovables. 

 Y por último, Peon Torre remarca que el país debería llevar estos procesos de una forma más rápida, pero sin salirse de un ritmo de tramitación que sea sostenible. 

 “Tenemos que ser más ambiciosos en España, porque así como la Unión Europea ha aprobado un reglamento, que incorpora una serie de mejoras para la tramitación de las energías renovables, aquí deberíamos  llevar más rápido estas mejoras a nuestra propia normativa”, explica el especialista. 

Acerca de estas mejoras que se proponen desde Europa, el experto resalta: “No habría porque no implementarlas más rápido. Es sorprendente que un país como España, con tantos recursos y avances en la implementación de algunas renovables, esté yendo tan lento en una trasposición de la propia directiva comunitaria, que acaba de ser advertido de sanción por Bruselas.” 

 Hace mención de la noticia del requerimiento de la Comisión Europa a España para transponer la Directiva de Renovables, dándole un plazo de dos meses, porque ya llevan desde el Gobierno siete de retraso. 

“Sorprende un poco, se están poniendo trabas al desarrollo más rápido de energías renovables como la eólica, el bombeo o termoeléctrica, que van por detrás de los objetivos del PNIEC, y se las exime a otras como el autoconsumo o la fotovoltaica en cubierta. Hay un crecimiento desequilibrado”, concluye Peon Torre.