El sector energético en España vive un momento crucial para el desarrollo del almacenamiento eléctrico. Según el último informe de Red Eléctrica, se han identificado 3.284 MW en la red de transporte y 5.194 MW en la red de distribución específicamente disponibles para almacenamiento.
Estas cifras representan un cambio histórico en la integración de energías renovables y la estabilidad del sistema.
«Toda esta capacidad liberada podría agotarse en los próximos días», advierte Raúl García Posada, Director de ASEALEN.
«Los desarrolladores ya están presentando solicitudes masivas para acceder a esta capacidad, especialmente en la red de transporte, que es clave para los sistemas stand-alone de gran escala», asegura en diálogo con Energía Estratégica España.
Un nuevo criterio estático
Entre los principales cambios normativos, las instalaciones de almacenamiento sin generación asociada (BESS stand-alone) ahora cuentan con un criterio de acceso más favorable: una probabilidad de evacuación del 70% frente al 90% aplicado a la generación convencional.
«Esto posiciona al almacenamiento como un elemento clave para asegurar la estabilidad del sistema eléctrico y la integración de renovables», explica Alicia Carrasco, Co-founder y Executive Director de Entra Agregación y Flexibilidad.
Este ajuste permite optimizar el uso de las redes y promueve el desarrollo de proyectos de almacenamiento en ubicaciones estratégicas.
“Finalmente tendrán una capacidad de acceso de generación diferente y favorable respecto a los sistemas de generación, cuando el criterio limitante sea el estático”, enfatiza Carlos Alcaide, Consultor y Proyect Manager de olivoEnergy.
Impacto operativo y normativo en las redes
Las cifras presentadas en el análisis de Red Eléctrica también reflejan un desafío operativo significativo. Mientras que la red de distribución podría gestionar hasta 35 GW según su diseño y características locales, el acceso real dependerá de las aprobaciones específicas de cada proyecto.
«El desarrollo de proyectos de almacenamiento requiere un análisis caso por caso, considerando factores como la proximidad a la generación o al consumo», agrega García Posada, quien también destaca la necesidad de colaboración entre desarrolladores, operadores y reguladores para maximizar las capacidades disponibles.
Por su parte, Abelardo Reinoso, Socio – Senior Advisor de MALAIKA NET ENERGY, comparte la necesidad de continuar desarrollando un marco regulatorio que acompañe el impulso de los desarrolladores y en diálogo con Energía Estratégica España, sostiene que “El sector ya ha demostrado interés, pero falta que se de forma y agilidad al proceso administrativo y técnico para integrarlo en el sistema eléctrico y en el mercado eléctrico”.
Regulación: El desafío para el futuro del sector
Aunque el avance en la liberación de capacidad es un paso positivo, García Posada resalta la necesidad de una regulación más detallada y eficiente para que el almacenamiento alcance su máximo potencial.
«El futuro del sector depende de marcos normativos claros que agilicen las tramitaciones y brinden certidumbre a los inversores», sostiene.
Actualmente, el proceso de tramitación puede extenderse durante meses, lo que ralentiza el desarrollo de nuevos proyectos. Para abordar este problema, García Posada propone una mayor colaboración entre administraciones autonómicas, operadores y desarrolladores, además de incentivos que favorezcan la innovación tecnológica.
«Sin una regulación clara, corremos el riesgo de perder oportunidades para mejorar la eficiencia del sistema y avanzar hacia un modelo más sostenible», enfatiza.
Ubicación estratégica: Cerca de la demanda o de la generación
Uno de los debates clave en el diseño de proyectos de almacenamiento es su ubicación estratégica. Según García Posada, «la decisión de conectar cerca de la demanda o la generación depende de las características de cada red y de los objetivos específicos del proyecto».
Por ejemplo, en redes con alta penetración renovable, los sistemas de almacenamiento pueden ubicarse cerca de la generación para evitar congestiones en momentos de alta producción solar o eólica. Sin embargo, en áreas con demandas específicas, como la recarga de vehículos eléctricos, el almacenamiento detrás del contador o en redes de distribución puede proporcionar flexibilidad adicional y mejorar la resiliencia del sistema.
“Cada nudo crítico plantea desafíos únicos”, explica García Posada y añade: “En algunos casos, la infraestructura existente puede no ser suficiente para soportar la demanda o evacuar el exceso de generación renovable, lo que requiere soluciones innovadoras y personalizadas».
0 comentarios