Abei Energy es la productora independiente de energía que se encuentra a la espera del desarrollo del mercado español de la eólica marina con grandes expectativas de participación. Con una cartera de 1.775 MW.
En entrevista con Energía Estratégica España, el Ingeniero de Desarrollo de Proyectos de Eólica Marina de la firma, Diego Alonso Huerta, comenta cómo se preparan de cara a la subasta del 2023 y qué es lo que tienen en cuenta a la hora de armar sus planificaciones.
¿Cómo proyectan su despliegue en España?
Nos están saliendo las cosas como esperábamos. Ya hemos iniciado la tramitación en el MITECO de nuestro primer gran parque.
Se trata del Parque Eólico Marino Flotante Ventus, que se ubicará en las costas de Lugo. El proyecto prevé 600 MW, producidos por 40 aerogeneradores Vestas de 15 MW.
No obstante, somos conscientes de que en los 5 o 6 años que pueden pasar hasta su puesta en marcha, pueden aparecer nuevas tecnologías que modifiquen esta cantidad.
Un parque de estas características podría tardar en construirse entre 2 y hasta 3 años.
Aunque se haya concebido en una sola fase en el plan inicial, seguramente tendrá sentido ir poniendo en funcionamiento los aerogeneradores conforme avancen las instalaciones.
¿La reciente publicación del documento de declaración ambiental de los POEM, perjudicó a alguno de sus proyectos?
En principio, consideramos que tal como viene, Ventus no tendría por qué verse afectado.
Aunque sí que hemos presentado inicialmente dos proyectos más pequeños en Canarias, de 50 MW cada uno, que formaban parte de una fase experimental y con esta disposición se han quedado afuera, por lo que no podremos avanzar con ellos.
Pero hemos iniciado uno nuevo en el archipiélago, que lleva el nombre de Varuna e inicialmente, no se verá modificado por las nuevas disposiciones.
Este será de 300 MW de potencia y su ubicación es muy favorable, con un buen recurso, por lo que esperamos que sea muy competitivo.
¿Cuáles son las expectativas frente a la primera subasta de eólica marina?
En España la administración lleva un retraso bastante considerable y somos poco optimistas en cuanto a los plazos y a la ambición de la primera subasta.
Nuestras expectativas son que a mediados del 2023 ya contemos con una regulación y en la segunda mitad del año saldrá una primera licitación experimental.
Esta seguramente será cauta, no de proyectos de 1 GW como se están presentando, sino de entre 300 y 500 MW.
Sus ganadores podrán ser uno o dos promotores y en pequeñas zonas como podría ser Canarias que ya cuenta con avanzadas infraestructuras portuarias y existe una necesidad de energía mayor.
Para esta primera oportunidad, hemos iniciado nuestro último proyecto Varuna.
Esperamos que las subastas sean de modalidad mixta -con una parte de concurso y otra de subasta-, que sean lo más amplias posibles, que se produzcan cuanto antes y se priorice a los proyectos que sí cuentan con cierta madurez.
¿Cuáles son los precios que se esperan para esta tecnología en el largo plazo?
Es verdad que en España está toda la cadena de suministros ya asentada porque somos exportadores de esta tecnología, lo que nos permite abaratar los costes.
Pero aún es difícil hablar de precios. Todo nos indica que el LCOE será competitivo en comparación a otras tecnologías.
Para el final de la década podría ser incluso más barata su producción que la eólica terrestre.
La ventaja que tiene la offshore es que nos permitirá desarrollar proyectos a mucha mayor escala, que es lo que garantiza la rentabilidad.
Una vez que se estadaricen las plataformas, los procesos, las turbinas, etc, se abaratará mucho el coste de producción.
¿Cómo evalúan los objetivos de 3 GW hacia 2030?
Consideramos que los objetivos son poco ambiciosos ya que se ve que son muchos los promotores interesados.
La cantidad de proyectos es muy superior a los 3 GW, si la administración no tiene esa capacidad, los promotores no podrán sumar MW.
Otros proyectos
En exclusiva, Alonso Huerta, comentó con Energía Estratégica España que, además de los anunciados anteriormente, Abei Energy proyecta un parque en dos etapas: Poniente 1 y Poniente 2.
En total suman 875 MW y estos se desplegarán en parte de Galicia y Asturias.
Esta última comunidad no ha sido de gran atractivo, por el momento para los promotores, pero el ingeniero asegura que son zonas que tienen grandes astilleros y la cadena de suministro es idónea para trabajar proyectos allí.
Además, cuentan con un recurso eólico lo suficientemente bueno como para aprovechar y, aunque por el momento sus subestaciones y redes no están tan desarrolladas, entiende que en el mediano plazo, con la planificación de actualización prevista, estas mejorarán.
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