La designación de Teresa Ribera como Vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea ha generado un clima de optimismo entre los principales actores del sector energético, particularmente en el ámbito de las energías renovables y el almacenamiento.
Su nuevo cargo refuerza la posición de España como uno de los líderes europeos en la transición energética y representa una oportunidad única para consolidar el Pacto Verde a nivel continental.
“Es un gran día para España y para Europa. Este nombramiento es muy importante por la relevancia de la cartera asociada a una vicepresidencia ejecutiva. Es un reconocimiento a la política energética que ha desarrollado España y al compromiso que tiene Europa con el Pacto Verde”, remarca Luis Marquina, Presidente de la Asociación Empresarial de Pilas, Baterías y Almacenamiento Energético (AEPIBAL).
En diálogo con Energía Estratégica España, el directivo considera que principalmente es una “muy buena noticia para el almacenamiento”, ya que la presencia de Ribera en Europa “destrabará lo necesario para acelerar y clarificar el escenario que permita el desarrollo del mercado de capacidad tan necesario para la transición”.
Asimismo, indica que existen dos grandes retos que la Vicepresidenta Tercera deberá enfrentar durante su gestión: avanzar en la descarbonización del continente, al mismo tiempo que se garantice el desarrollo industrial competitivo vinculado a las nuevas tecnologías energéticas.
“La transición limpia, justa y competitiva debe incluir una clara defensa de la industria europea, fortaleciendo la investigación y el desarrollo de tecnologías emergentes. Solo con una estrategia coordinada entre Ribera y Mario Draghi, podremos volver a situar a Europa en la vanguardia tecnológica e industrial, especialmente en un contexto de competencia con China”, concluye Marquina.
En esta misma línea, desde la Asociación Empresarial Eólica (AEE), también se han mostrado optimistas con la llegada de Ribera a la Comisión Europea. La organización confía en que, bajo su liderazgo, se consolide el papel de la energía eólica como un motor de competitividad y progreso social, similar a lo que ya se ha logrado en España.
“La transformación del sistema energético de la UE es imparable y necesaria. La energía eólica es una tecnología clave en este desafío y un vector clave de competitividad económica y progreso social. El sector eólico europeo está a la vanguardia de la reactivación y fortalecimiento de nuestra economía, asegurando la energía que Europa necesita y manteniendo su liderazgo industrial y tecnológico en el ámbito global”, declararon fuentes de la AEE.
[Ver comunicado completo de la AEE]
Por su parte, la Solar Power Europe también ha apoyado el enfoque renovable que Ribera ha defendido durante su trayectoria política.
La organización ve su nombramiento como una oportunidad para impulsar aún más el desarrollo de la energía solar en toda Europa, destacando que la combinación de almacenamiento y renovables es esencial para cumplir los objetivos del Pacto Verde y alcanzar la neutralidad climática.
A través de su directora Walburga Hemetsberger, se destaca la importancia de la energía solar en viviendas sociales para descarbonizar y combatir la pobreza energética.
También subrayó la necesidad de implementar el Plan de Acción de Electrificación en los primeros 100 días y apuntó que la electrificación y el almacenamiento flexible podrían reducir los precios de la electricidad un 25% para 2030 y un 33% para 2040, asegurando una Europa más competitiva.
Los retos de Ribera no son menores. Tendrá que enfrentar la resistencia de países que aún dependen del gas y de la energía nuclear, además de fomentar la autonomía estratégica europea en términos de energía renovable.
[Ver comunicado de Solar Power Europe completo]
Sin embargo, el sector de las renovables de España confía en que su experiencia y su liderazgo en políticas ambientales le otorgan una “credibilidad indiscutible” para conseguir sus objetivos.
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