En 2023, España alcanzó un mínimo histórico en su dependencia energética, situándola en el 68,3%. Este logro, impulsado por el crecimiento de las energías renovables, es clave para afrontar los desafíos actuales y asegurar la estabilidad económica y política del país.
José María González Moya, Director General de APPA Renovables, resalta que “la dependencia energética externa representa un desafío crucial para la economía y la estabilidad política en Europa y en España”.
La capacidad de generar energía a partir de recursos propios, como la solar, eólica y biomasa, permite reducir los riesgos de suministro y moderar los costos de energía, otorgando una mayor resiliencia ante las crisis geopolíticas.
De acuerdo con el Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España 2023, las energías renovables no solo evitaron importaciones de combustibles fósiles por un valor de 15.622 millones de euros, sino que también contribuyeron a un ahorro de 9.500 millones de euros en el sistema eléctrico.
En diálogo con Energía Estratégica España, González Moya enfatiza la importancia de estas cifras, señalando que “las renovables ofrecen una solución descentralizada que fortalece la resiliencia del sistema”. Esta descentralización, junto con tecnologías de almacenamiento y autoconsumo, aumentará la capacidad de respuesta del país ante futuras crisis energéticas.
Tecnologías clave y nuevos desarrollos en almacenamiento y generación distribuida
Para consolidar estos avances, APPA Renovables subraya la necesidad de continuar desarrollando infraestructuras de almacenamiento y fomentar el autoconsumo.
El estudio de APPA destaca que, al cierre de 2023, España alcanzó los 8 GW en autoconsumo, una tecnología que permite generar electricidad cerca de los puntos de consumo, minimizando las pérdidas y mejorando la eficiencia.
Su directivo destaca que “la generación distribuida y el autoconsumo son esenciales para una red resiliente y segura, pero es crucial simplificar la tramitación para aprovechar al máximo esta generación”.
Asimismo, el rol de las comunidades energéticas se presenta como una oportunidad para implicar a los ciudadanos en la transición energética. El directivo sostiene que, “las comunidades energéticas y el autoconsumo compartido reducen las pérdidas y fomentan una mayor participación de la ciudadanía en el uso y generación de energías renovables”.
Desequilibrios y desafíos del sector renovable en España
A pesar de los avances, González Moya identifica dos grandes desafíos que enfrenta el sector renovable: el desequilibrio entre oferta y demanda, y la preponderancia de la energía fotovoltaica en el mix eléctrico.
Según el Estudio Macro 2023, el PNIEC establece un incremento del 34% en la demanda eléctrica para 2030, una meta ambiciosa, aunque para el Director General de APPA, es “fundamental que este aumento conviva con el autoconsumo y la eficiencia energética, de modo que el crecimiento de la demanda sea efectivo y no sin sentido”.
González Moya explica que la falta de equilibrio entre tecnologías renovables podría impactar la rentabilidad de los proyectos fotovoltaicos, y advierte que alcanzar los 76 GW de capacidad instalada sin un aumento de la demanda podría resultar problemático.
Por otro lado, la carga burocrática en la tramitación de proyectos representa una barrera significativa.
El referente remarca que “el sector se enfrenta a una excesiva burocratización”, una situación que no solo ralentiza el avance de los proyectos de autoconsumo, sino que también impide aprovechar toda la generación de renovables que actualmente se desperdicia debido a barreras administrativas.
El papel del hidrógeno verde y los biocarburantes en la independencia energética
La diversificación tecnológica es otro de los pilares que APPA considera vital para alcanzar los objetivos de independencia energética.
Según González Moya, el hidrógeno verde tiene un gran potencial en sectores difíciles de electrificar, como la industria de alta temperatura y el transporte marítimo.
Este gas renovable permite descarbonizar procesos industriales y térmicos, complementando la electrificación y ofreciendo una solución adicional para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
“Existe una estrategia a nivel europeo para fomentar la producción y uso de hidrógeno renovable que permitirá, en el futuro, reducir los costes y alcanzar su viabilidad en el medio plazo, pero no será pronto”, aclara.
Asimismo, indica que con la expansión de proyectos de electrolizadores y el desarrollo de infraestructuras, el hidrógeno renovable “será un pilar importante en nuestra transición hacia la independencia energética, creemos que su explosión no se dará en esta década sino más adelante”.
Ahorro y desarrollo económico impulsado por las energías renovables
Además de los beneficios para la seguridad energética, la transición hacia una matriz energética renovable aporta ventajas económicas significativas.
Según el estudio presentado, en 2023 las renovables contribuyeron con 16.495 millones de euros al PIB nacional, lo que equivale al 1,13% del total. Además, el sector generó 127.576 empleos, un motor clave en la revitalización de áreas rurales y en la creación de oportunidades en industrias relacionadas.
González Moya afirma que “el sector renovable tiene un impacto directo en el empleo y en la reindustrialización de zonas rurales, al promover actividades vinculadas a la agricultura y la gestión forestal”.
Con la meta de reducir la dependencia energética al 50% para 2030, el directivo de APPA hace un llamado a todos los actores implicados: “La independencia energética no es solo una cuestión económica, sino una oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida. Solo con el compromiso de todos—reguladores, empresas y ciudadanos—podremos alcanzar los objetivos que nos hemos marcado”.
La independencia energética es un imperativo en el contexto actual, donde los conflictos geopolíticos y las fluctuaciones en los precios de los combustibles fósiles han resaltado la importancia de una matriz energética diversificada y local.
Las energías renovables se presentan como la vía más viable para alcanzar este objetivo, pero, como afirma González Moya, “el camino hacia la independencia energética requiere tanto un desarrollo continuo en tecnologías como una infraestructura que fomente la participación ciudadana”. Con los ahorros alcanzados y la reducción en dependencia energética, España avanza hacia una seguridad energética sostenible y un modelo económico más resiliente.
El rol de APPA de cara a los desafíos del cambio
Desde su fundación en 1987, APPA Renovables ha asumido un rol de defensa y promoción del sector renovable en España, con un enfoque inclusivo que considera a todas las tecnologías como complementarias entre sí.
Este carácter diferencial permite a la asociación adoptar un discurso centrado en el avance integral de las energías renovables, sin favorecer una tecnología particular.
José María González Moya enfatiza que la organización desea «seguir siendo el referente que hemos sido en los últimos 37 años», manteniéndose como un interlocutor eficaz entre el Gobierno, las instituciones europeas, empresas y sociedad civil.
APPA Renovables se plantea como un punto de encuentro que impulsa iniciativas y regula la transición energética, buscando un entorno que permita a España avanzar hacia un modelo sostenible e independiente de terceros países.
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