Aquila Clean Energy es una empresa desarrolladora de proyectos de energías renovables, principalmente solar fotovoltaica, pero también eólica y de almacenamiento energético.

“Estamos presentes en toda la cadena de valor y vida útil de los proyectos, desde que comienza su desarrollo hasta que entra en operación. Tenemos compromiso de permanencia y vocación de trabajar a largo plazo en los territorios en los que estamos presentes”, resalta Jorge de Miguel, Jefe de Desarrollo y Construcción de la firma.

En una entrevista para Energía Estratégica España, el directivo asegura que España es el mercado más atractivo de Europa, pero advierte sobre la persistencia de uno de los cuellos de botella más importantes remarcados por muchos de los promotores: retrasos en los trámites administrativos.

¿Qué participación tiene la empresa actualmente en España y en Europa?

En España desde 2018, hemos puesto 7 plantas en operación, otras 6 en construcción y tenemos más de 50 en desarrollo, repartidas entre Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, Murcia y Cantabria, que suman una capacidad de más de 3 GW.

En términos generales, en Europa, Aquila Clean Energy gestiona una cartera de más de 9,5 GW con foco en solar, eólico y almacenamiento energético.

¿Qué objetivos se plantean para España y la Península Ibérica?

En España, nuestro objetivo es continuar avanzando con la construcción y el desarrollo de nuestros proyectos solares y eólicos.

Recientemente hemos superado el hito de la obtención de las Declaraciones de Impacto Ambiental (DIAs) para 1.760 MW. Esto demuestra la madurez de nuestro portfolio y cómo se afianzan los proyectos que llevamos a cabo.

Nuestro objetivo es ser capaces de construir y poner en operación todos estos proyectos, como hicimos con nuestra planta en Guillena, en Sevilla, que se conectó a la red el pasado mes de abril.

En el resto de la Península Ibérica, en Portugal, nuestro objetivo es el mismo que en España. Contamos en la actualidad con una cartera de alrededor de 900 MW en proyectos fotovoltaicos, en desarrollo, construcción y operación. Nuestra meta es poder llevarlos a término a la vez que exploramos también otras oportunidades.

En Portugal, al igual que en España adoptamos un enfoque de sostenibilidad en nuestros proyectos.

¿Qué atractivo ven en el mercado español, sobre todo en comparación a otros de Europa?

España cuenta con una gran ventaja con respecto a otros países: sus recursos naturales, sobre todo el sol. Además, también tiene una gran disponibilidad de terreno, por lo que esto le hace ser muy atractivo y competitivo.

De hecho, España es uno de los países líderes mundiales en energías renovables. En 2022 lideró la potencia instalada solar en Europa con 8,1 GW.

Además, en España existe una administración que pese a sus limitados recursos y los retrasos que esto supone, está siendo capaz de hacer avanzar los proyectos. Las renovables son cada vez más un proyecto país.

España tiene una exigencia ambiental muy elevada y los proyectos se plantean aplicando medidas de integración y renaturalización del entorno acordadas con la administración competente.

Nosotros, desde Aquila Clean Energy, queremos seguir siendo parte de ese despliegue, que es fundamental para avanzar en la transición energética y en la lucha contra el cambio climático.

¿Cuáles son los principales obstáculos que encuentran en el país?

En España, como en otros países, los retrasos en los trámites administrativos son el principal obstáculo. Por ejemplo en solar, son plantas que tardan en construirse unos 10 meses y cuya tramitación está tardando entre 3 y 4 años, en algunos casos más.

Si bien por lo general hay apoyo a estas tecnologías, en algunas zonas existe contestación social a estas instalaciones. En este sentido, somos conscientes que desde el sector tenemos que explicar mejor qué hacemos y cómo lo hacemos, para que la sociedad entienda el valor de las renovables.

En ese sentido, ¿cuál es la estrategia de la compañía?

En Aquila Clean Energy, cuando planteamos nuestros proyectos, analizamos cuáles son las partes interesadas y nos involucramos con ellas para fomentar la transparencia y generar relaciones positivas, basadas en el diálogo. En Soria, por ejemplo, hemos organizado cursos de formación gratuitos para los vecinos, y en Muelas del Pan, en Zamora, organizamos un curso de formación para promover el empleo local.

Estas acciones forman parte de las medidas sociales y medioambientales que aplicamos a nuestros proyectos, escuchando y fomentando el beneficio y el desarrollo de las comunidades locales.

Además, también tenemos en cuenta el aspecto medioambiental e implementamos medidas que ayuden a la protección del entorno y de la biodiversidad.

Así por ejemplo instalamos pantallas vegetales alrededor de los proyectos, de modo que lo envuelven y lo adecúan al paisaje, permitiendo también el paso de la fauna local, o la instalación de cajas nidos, refugios o posaderos para aves, así como bebederos y comederos para animales.

¿Qué cambios creen que podrían aplicarse por parte de la administración local?

En general, valoramos el compromiso por la transición energética que se ha demostrado a todos los niveles de la administración. Por el elevado volumen de proyectos se ha requerido un esfuerzo a la administración, que ha respondido en general autorizando los proyectos en los plazos marcados.

Además, se aprobó a finales de 2022 una vía para simplificar la tramitación, aunque afecta más a los nuevos proyectos que a los que ya están en trámite, pero gracias al esfuerzo que mencionaba antes, el cuello de botella ya se ha aligerado y encaminado.

Lo que sí pediríamos es que, sin reducir las exigencias ambientales, se dote a la administración de medios suficientes para que puedan acelerar estos procesos.