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enero 28, 2025

Aragón ha definido su nueva Ley autonómica de Autoconsumo con reconocimientos claves

La Ley 5/2024 introduce medidas innovadoras para fomentar el autoconsumo y las comunidades energéticas en Aragón. Entre sus objetivos destacan la creación del Fondo Aragonés de Solidaridad Energética, la simplificación de trámites y el equilibrio entre desarrollo renovable y protección ambiental.
By Milena Giorgi

By Milena Giorgi

enero 28, 2025
Aragón ha definido su nueva Ley autonómica de Autoconsumo con reconocimientos claves

La reciente aprobación de la Ley 5/2024 por parte del gobierno de Aragón establece un marco normativo que busca consolidar a la comunidad como referente en el autoconsumo energético y las energías renovables. 

Publicada en el Boletín Oficial del Estado este lunes, la normativa introduce medidas que abarcan desde la simplificación de procesos administrativos hasta la promoción de comunidades energéticas.

Pilares principales de la Ley

La ley tiene como objetivo potenciar el autoconsumo en todas sus modalidades, aprovechando las capacidades de generación renovable del territorio. Sus aspectos clave incluyen:

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  1. Simplificación administrativa: Se eliminan trabas para el desarrollo de proyectos, permitiendo, por ejemplo, la construcción de líneas directas sin necesidad de autorización previa en casos específicos. Esta medida agiliza la conexión entre instalaciones de generación y consumo, incentivando el autoconsumo tanto residencial como industrial.
  2. Protección del entorno: La normativa incorpora disposiciones que obligan a minimizar los impactos ambientales y paisajísticos de las instalaciones energéticas, con alternativas como el soterramiento de líneas en áreas sensibles y el aprovechamiento de espacios previamente degradados.
  3. Fondo Aragonés de Solidaridad Energética: Creado para redistribuir los beneficios de las plantas renovables, este fondo financiará infraestructuras y servicios en los municipios afectados. Sin embargo, la ley no detalla la estructura ni las fuentes de financiación del mismo, un aspecto que ha generado interrogantes en el sector.
  4. Comunidades energéticas: Se fomenta la constitución de comunidades ciudadanas y de energía renovable, priorizando modelos colaborativos que generen beneficios sociales y ambientales, además de facilitar la participación de consumidores en el mercado energético.
  5. Autoconsumo colectivo y sin excedentes: La ley impulsa estas modalidades mediante la regulación de infraestructuras compartidas, reduciendo su impacto ambiental y territorial.

Estas han sido muy valoradas por los empresarios locales, aunque ha tomado por sorpresa a algunos referentes del sector. 

“Que una comunidad con 3.000 MW de fotovoltaica y 7.000 de eólica se plantee por temas de autoconsumo parece ir casi en contra de sus propios intereses”, reflexiona Carlos Martín Graña, consultor especializado. 

En diálogo con Strategic Energy Europe, desde su punto de vista, la normativa no parece necesaria en un territorio donde la generación renovable ya está consolidada y la autogeneración quitaría demanda local.

Las opiniones de expertos reflejan tanto entusiasmo como escepticismo sobre la nueva normativa. 

Jesús María Sahún, presidente de la Comisión de Comunicación del Clúster de Energía de Aragón (CLENAR), considera que la ley representa un paso adelante en la transición energética. 

“Consumir localmente la energía generada localmente potencia la generación distribuida y reduce la presión sobre la red de transporte”, comenta, destacando la capacidad de Aragón como exportador de más del 50% de su energía renovable.

Desde un enfoque práctico, Víctor Ballestín, director del grupo de Eficiencia Energética del centro tecnológico CIRCE, destaca el impacto positivo de la simplificación administrativa para proyectos estratégicos. 

“La Gigafactoría de Stellantis es un ejemplo de cómo esta normativa puede facilitar proyectos de autoconsumo industrial, que cubrirán hasta el 80% de su demanda eléctrica”, explica.

Si bien el sector valora elementos como la protección ambiental y el impulso a proyectos estratégicos, persisten desafíos significativos. 

Entre ellos, la falta de concreción en aspectos clave, como la financiación del Fondo de Solidaridad Energética y el desarrollo del autoconsumo en el ámbito residencial.

“La normativa tiene un enfoque positivo, pero su implementación debe ser clara y efectiva para maximizar su impacto”, afirma Ballestín. 

En cuanto a las comunidades energéticas, Sahún señala que “el éxito dependerá de una colaboración sólida entre actores locales, gobierno y el sector privado”.

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