La Unión Europea está discutiendo medidas para proteger su industria fotovoltaica frente a la competencia de fabricantes asiáticos, principalmente de China.
Una de las consideraciones es la imposición de aranceles a los paneles solares e inversores provenientes de esta región, con el objetivo de procurar la competitividad del valor de los productos de producción local.
Sin embargo, hay voces críticas, como la de Luis Candela, CO-CEO de TheMPVSolarReference, que argumentan que “esta no es la solución adecuada”.
“No tiene sentido subvencionar una industria europea de paneles”, sostiene el experto, en diálogo con Energía Estratégica España, coincidiendo con las declaraciones de José María González Moya, Director General de APPA Renovables realizadas días atrás a este medio.
¿Podría profundizar tu opinión sobre las medidas que se discuten a nivel europeo para proteger la industria fotovoltaica?
No estoy convencido de que imponer aranceles sea la solución adecuada. Estas medidas no abordan la raíz del problema y podrían tener consecuencias negativas.
En principio, estas son actuaciones controversiales, ya que, China, en el pasado, ha respondido a aranceles similares como contraofensiva para dejar de comprar productos europeos.
Aunque algunos lo llaman competencia desleal, yo creo que es actuar en contra del libre mercado.
Algunos lo justifican porque una instalación fotovoltaica en Europa con paneles europeos tendrá mayor calidad, pero no estoy de acuerdo.
Es decir: el producto chino no es malo, solo es más barato que el producto europeo, incluso que el norteamericano, principalmente, por un tema de mano de obra y porque los únicos fabricantes de células fotovoltaicas son asiáticos.
Por lo que tampoco solucionaremos la dependencia porque seguiríamos trayendo las celdas del extranjero.
¿Cómo podría ser más competitiva la industria europea frente a la asiática?
Yo creo que la solución para competir con un producto asiático es darse cuenta de que en Europa no podemos fabricar paneles e inversores aunque queramos, no se puede.
Porque por precios no podemos competir, habrá que buscar otra manera de agregar valor.
A lo mejor con ingeniería o con otro tipo de políticas, pero yo personalmente no soy partidario nunca de intervenir los mercados.
Días atrás, José María González Moya declaró a Energía Estratégica España que “no es ni una prioridad, ni tiene demasiado sentido, generar una industria europea de paneles solares”, ¿qué opinión le merece?
Estoy totalmente de acuerdo. No tiene sentido incentivar una industria de paneles solares europea mediante subvenciones.
Por un lado subimos artificialmente el precio del producto extranjero y al mismo tiempo subvencionamos la compra de las instalaciones fotovoltaicas que se compran con ese producto extranjero.
¿Por qué deberíamos usar el dinero de todos para respaldar una empresa privada que, desde el principio, tiene dificultades para competir con el mercado asiático?
Si alguien decide montar una empresa de paneles solares, está en su derecho, pero no veo por qué el Estado debería financiarla desde el principio.
¿Qué medidas crees que serían más efectivas para lograr una mayor autonomía en el mercado sin recurrir a subvenciones?
Para mejorar la autonomía y competitividad, creo que se deben abordar cuestiones como la eficiencia en la fabricación, la reducción de costos laborales y la incentivación de la tecnología a través de financiamientos más accesibles.
Sin embargo, no estoy a favor de subvenciones directas. Incentivar la investigación y desarrollo, junto con políticas que mejoren la eficiencia empresarial, serían más beneficiosas a largo plazo.
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