La nueva ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, hereda una cartera que ha avanzado notablemente en los últimos años bajo la gestión de Teresa Ribera, logrando hitos como la reducción del 50 % en las emisiones del sistema eléctrico en solo seis años.
El país ha alcanzado picos históricos, con hasta un 90% de la demanda eléctrica cubierta por energías renovables en momentos específicos, un logro que Ismael Morales, Responsable de Políticas Climáticas en Fundación Renovables, considera clave para acelerar los objetivos hacia 2030.
“España debe liderar a nivel europeo la penetración de energías renovables, haciendo de estos picos una realidad recurrente en el corto plazo y Aagesen es una persona de confianza para Ribera, con amplia experiencia, que conoce a todo el sector y sabe cuáles son los intereses de los diferentes actores”, afirma el ejecutivo en diálogo con Energía Estratégica España.
La ex Secretaria de Energía, asume el nuevo reto con una visión clara: “La transición energética no solo es una oportunidad para descarbonizar el sistema, sino para reindustrializar España, fortalecer la justicia social y liderar la transformación en Europa,” sostuvo durante su discurso del traspaso de cartera.
Morales ve la designación como una buena noticia y confía en que Aagesen mantendrá la ambición del equipo de Ribera: “Tiene tarea pendiente que empezó Teresa, como el almacenamiento, el biogás o el autoconsumo colectivo”.
Sin embargo, advierte que será crucial observar cómo se conforman los equipos clave, incluyendo los nuevos secretarios de Estado y directores generales.
También apunta a temas pendientes como el desmantelamiento de centrales nucleares, una decisión empresarial que podría generar desafíos en el mandato de Aagesen: “Teresa era muy antinuclear, pero no sabemos aún cuál es la posición de Sara. Tendrá que lidiar con esta cuestión si las empresas deciden avanzar en el cierre de las centrales”.
Hidrógeno y biogases
Uno de los focos principales de su agenda es el desarrollo del hidrógeno renovable y el biogás, tecnologías estratégicas que requieren una planificación cuidadosa para evitar impactos negativos.
Morales advierte sobre los riesgos de una sobreproducción de biogás: “Es crucial priorizar la electrificación y limitar la producción de biogás a la demanda real. De lo contrario, las fugas de metano pueden agravar el cambio climático”, explica, enfatizando la importancia de mantener un equilibrio sostenible.
Aagesen también subrayó la relevancia del hidrógeno como un vector clave en la estrategia de transición energética.
“El hidrógeno renovable es una herramienta esencial para complementar las renovables y potenciar nuestra competitividad industrial”, afirmó y destacó la necesidad de fortalecer las cadenas de valor locales y garantizar que estas tecnologías impulsen la autonomía estratégica de España.
Al respecto, Morales destaca su rol en la descarbonización de sectores industriales de altas temperaturas, aunque insiste en que su implementación debe ser económicamente viable y enfocada en aplicaciones específicas.
Transición Justa
El compromiso con la justicia social es otro pilar central de esta transición y se dejó claro que las políticas energéticas deben abordar la pobreza energética y fomentar la cohesión social.
Aagesen recalcó que la transición energética debe ir acompañada de políticas que protejan a las comunidades más vulnerables, promoviendo la equidad en todos los territorios, especialmente en áreas rurales afectadas por el reto demográfico.
Frente a este tema, el referente de Fundación Renovables describió: “El Fondo Social por el Clima es fundamental para garantizar que nadie quede atrás en este proceso. La rehabilitación de viviendas y el acceso a una movilidad sostenible son elementos esenciales para evitar que la brecha social se amplíe y se deberá hacer énfasis en ello”.
Con metas claras hacia 2030, España se posiciona como referente en la transición energética, integrando tecnologías avanzadas como el almacenamiento energético, el autoconsumo y el hidrógeno renovable.
Morales concluye que la clave para el éxito será un enfoque equilibrado: “La transición energética no es solo un cambio tecnológico, sino una transformación sistémica que debe beneficiar a toda la sociedad”, afirma.
En esta línea, Aagesen manifestó: “Tenemos los recursos, el talento y la voluntad política para liderar esta transformación. Ahora debemos convertir esta oportunidad en un modelo más justo y sostenible”.
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