El 13 de julio pasado, luego de que el Partido Popular se impusiera en las elecciones de mayo, el alicantino Carlos Mazón fue investido como nuevo Presidente de la Generalitat Valenciana.
En diálogo con Energía Estratégica España, el Director General de la Asociación Valenciana de Empresas del sector de la Energía (AVAESEN), Pedro Fresco, comenta que ya se han reunido con el nuevo Gobierno, aunque aún restan cargos por definirse dentro de las consellerias.
“Les hemos transmitido nuestras inquietudes y los problemas más acuciantes, y mi sensación es que los han escuchado con interés y con ganas de ofrecer soluciones”, explica el directivo.
En este sentido, comenta algunas de las principales barreras que encuentran en el sector, desde renovables a gran escala hasta autoconsumo, y los aspectos que esperan trabajar con el nuevo Gobierno de Mazón.
¿Se han comunicado o acercado propuestas a la nueva administración encargada del sector en la comunidad?
Desde hace algunas semanas hemos tenido contactos con altos cargos del nuevo gobierno, aunque hay que tener en cuenta que todavía no están todos nombrados.
Les hemos transmitido nuestras inquietudes y los problemas más acuciantes, y mi sensación es que los han escuchado con interés y con ganas de ofrecer soluciones.
¿Qué puntos remarcarían a la administración como los obstáculos más importantes para el desarrollo de las energías renovables a gran escala en la comunidad?
Hay distintos problemas, que tienen diferentes grados de urgencia y que requieren distintas soluciones.
Hay un obvio problema de expedientes atascados y de tiempos de resolución demasiado largos, mucho más de lo que indica el Decreto-Ley 14/2020. Para esto, se necesitan medios humanos suficientes y procedimientos más ágiles.
Pero también detectamos problemas de interpretación de la normativa que suponen un agravio a los desarrolladores en la Comunitat Valenciana respecto a otros territorios, porque normativas similares están siendo interpretadas de manera mucho menos restrictivas en otras CC.AA. Esto no puede ser y debe ser corregido.
Finalmente, creemos que la regulación autonómica contiene cuestiones poco claras que deben ser reformadas, porque son incoherentes o pueden ser susceptibles fuentes de arbitrariedad.
Esto quizá requiere un poco más de tiempo, por lo que hay que trabajar en las dos problemáticas anteriores paralelamente a este último punto.
Dentro del autoconsumo, ¿Qué aspectos señalarían para trabajar en el crecimiento del autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas?
La sensación es que las instalaciones de autoconsumo colectivo crecen, quizá porque comienzan a activarse proyectos que llevaban atascados muchísimos meses. Sin embargo, hablamos de porcentajes residuales frente al autoconsumo individual.
Desde mi punto de vista, hay que dar un impulso a éstas, tanto al autoconsumo colectivo como al de las Comunidades Energéticas Locales (CELs) porque son las únicas que permiten el acceso al autoconsumo a gran parte de la población urbana y periurbana que no puede acceder al autoconsumo individual.
Si bien es cierto que las competencias regulatorias al respecto son nacionales, el gobierno autonómico tiene margen de maniobra en dos aspectos.
El primero, que no se caiga en el equívoco de que las Comunidades Energéticas son privativas de gobiernos progresistas.
Eso sería un error. Las CELs están en la normativa europea, incluso la Agencia Internacional de la Energía habla de ellas y son promovidas por muchísimos ayuntamientos y gobiernos conservadores.
Desde mi punto de vista, deben seguir existiendo incentivos públicos para su promoción como existían hasta ahora. Incentivos que no tiene sentido eliminar ya que han sido costo-eficientes.
Por otra parte, algo que sí entra dentro de las competencias autonómicas es aclarar las protecciones patrimoniales que tienen imposibilitados centenares o miles de proyectos de autoconsumo.
El autoconsumo debe ser considerado un derecho y debe ser viabilizado, no limitado, en aquellos lugares donde haya una protección patrimonial especial. Alguna CCAA ya ha mostrado el camino y deberíamos seguirlo.
¿Y para otras tecnologías como el biogás, el hidrógeno renovable o energías térmicas?
Este es un tema que vamos a impulsar desde AVAESEN a partir de septiembre, porque después del REPowerEU y de la revisión del PNIEC se han agotado las excusas para no avanzar aquí.
En un proceso tan rápido como la transición energética la regulación siempre va por detrás de la realidad y debemos identificar bien las problemáticas y los cuellos de botella para la autorización de estas instalaciones.
Las conclusiones y propuestas que desarrollemos con nuestros asociados se las haremos llegar al Consell, así que animo a todas las empresas que quieran desarrollar proyectos de hidrógeno o biogás en la Comunidad Valenciana a que se asocien a AVAESEN y nos ayuden en este cometido.
Desde el punto de vista regulatorio ¿Qué avances o medidas esperan que se lleven a cabo durante esta gestión?
Como he comentado anteriormente, debemos solventar la bola de los hitos que nos quedan y eso requiere una acción rápida por parte del Consell.
Pero no hay que perder de vista que debemos corregir la regulación para evitar arbitrariedades e inseguridad jurídica.
Y los plazos que indica el Decreto-Ley, de 10 meses de tramitación, deben cumplirse.
¿Con qué panorama general de las renovables deberían encontrarse dentro de 4 años, para sentir que se hizo un buen trabajo desde la Generalitat?
Aquí introduciría un término: “Normalización”. El desarrollo renovable en la Comunidad Valenciana debe ser “normal”, como lo es en otras CC.AA.
Es indecente tener 427 MW fotovoltaicos de los 22.350 MW que tiene España, no es ni el 2% de la potencia instalada en una Comunidad que es el 5% de la superficie del país y el 10% del consumo eléctrico.
“Normal” sería estar en una senda que permitan cumplir los objetivos marcados por el propio Consell (4.000 MW eólicos y 6.000 MW fotovoltaicos, objetivo de 2020 que ahora mismo podría incluso revisarse al alza), que permita cumplir el desarrollo de la Ruta Valenciana del Biogás.
Pero si el Consell anhela uno sobresaliente, me atrevería a proponerle uno: que convirtamos entre todos a la Comunitat Valenciana en el hub de las energías limpias del sur de Europa.
Tenemos condiciones para ello, tenemos tejido empresarial, disponemos de fabricantes, factorías y talento para llevarlo a cabo. Es un gran reto, pero solo se avanza enfrentando los grandes desafíos.
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