El sector eléctrico de Baleares enfrenta la problemática de los vertidos renovables ya que al ser territorio no peninsular cuenta con sistemas aislados que no permiten la integración en la red y se generan desbalances entre la generación de energía y la demanda. 

Pep Malagrava, consultor energético, señala que actualmente los vertidos en Baleares rondan el 2% y que la penetración de renovables en la isla está entre un 10% y un 12%, mientras que en la península las cifras superan el 50%. 

“Cada isla es un sistema aislado. En Menorca empieza a ver grandes desarrollos de renovables como el parque Son Salomó de 50 MW que ya está en funcionamiento, la demanda no es muy alta sobre todo en horas diurnas y solo hay un enlace con Mallorca, por lo que hay momentos que ante la necesidad de potencia secundaria y terciaria que genera la central térmica de Mahón no se puede verter toda la energía renovable que se está generando”, detalla Malagrava en diálogo con Energía Estratégica España.

Según datos de Red Eléctrica, actualmente hay una potencia instalada de 337 MW fotovoltaicos en las Islas Baleares, sin embargo el consultor indica que hay proyectos que tienen sus autorizaciones de construcción y que avanzan hacia entrar en operación el próximo año, por lo que en 2025 la potencia renovable podría alcanzar los 700 u 800 MW y eso generaría mayor cantidad de vertidos.

“Hoy no tiene sentido ni económico ni energético establecer solar fotovoltaica sin almacenamiento en Baleares, si tiene sentido eólica o eólica marina porque generan en otras horas y con mucha más estabilidad. Los promotores deben saber que sin almacenamiento en sus parques van a tener vertidos, van a generar menos de lo que podrían generar”, manifiesta Malagrava.

“Es verdad que el gobierno de España ha hecho un gran trabajo en transición energética en los últimos años, pero yo creo que en cuanto a planificación sobre todo en los territorios no peninsulares tanto en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla  sería necesario un trabajo mayor”, agrega.

Almacenamiento

El consultor apunta al almacenamiento como una de las claves para hacerle frente a la problemática de los vertidos y generar mayor integración de renovables al sistema eléctrico.

Pero asegura que los sistemas de almacenamiento en las islas deberían venir a acompañar las plantas solares y estar asociados a ella y no en formato stand alone como en la península. 

“Es necesario tener normas claras y un mercado de capacidad. Los precios están bajando y por lo tanto para las empresas será más atractivo. Yo creo que el 2025 y el 2026 pueden ser años importantes para el almacenamiento, pero mientras tengamos vertidos tenemos que trabajar y rápido, porque sino cada mes tener 300 MWh tirados no tiene ningún sentido ya que podríamos aprovecharlo para alumbrar muchas casas o industrias”.

Por otro lado, indica que en Menorca se está haciendo un trabajo para incluir las primeras baterías de la red de transporte para estabilizar más el sistema, la potencia y el enlace con Mallorca. “Se podría enviar más energía de Mallorca a Menorca y viceversa, esto mejora el sistema y provoca que se penetren más renovables”, manifiesta.

Y asegura que tanto el Gobierno Balear como el Canario han pedido al Ministerio que haya un mercado de almacenamiento en los territorios no peninsulares ya que “son los primeros que viertan energía renovable”.

Demanda y electrificación

Desde el sector de renovables apuntan al impulso de la demanda y la electrificación como una de las herramientas para acelerar la transición energética. Malagrava coincide en ese sentido y asegura que “si no se aumenta la demanda eléctrica estamos fallando”.

“Tenemos que convertir muchísima energía térmica en energía eléctrica, bombas de calor, vehículos y otras opciones que ahora se hacen con diésel, gasolina o fuel se tiene que transformar en ecléctico o a fuentes derivadas como puede ser hidrógeno renovable porque así habrá más demanda y se integrarán más renovables”, enfatiza el consultor.

“Lo que tenemos que hacer es electrificar la demanda de por ejemplo embarcaciones, puertos, movilidad terrestre, sobre todo la pública. O en el sector hotelero pasar de las calderas de gas a bombas de calor, que son inversiones pero que al final salen a cuenta económicamente y da un valor añadido al sector”, agrega.

Además, enfatiza en la necesidad de que haya normas claras ya que solo con las líneas de ayudas no es suficiente.