El almacenamiento energético se perfila como la clave para reducir la volatilidad de los precios en el mercado eléctrico español. Sin embargo, su propia expansión podría convertirse en un desafío: a medida que se instalan más baterías, ellas mismas tienden a canibalizar sus ingresos, lo que plantea nuevas interrogantes sobre su rentabilidad futura.
Para abordar este escenario, Our New Energy (ONE) desarrolló un informe liderado por María Santana, Analista Cuantitativa e Inteligencia Artificial, y Laura Susta, Consultora de la compañía.
En diálogo con Energía Estratégica España, el Managing Director, Miguel Marroquín, explica: “Este estudio surgió porque notamos que no se evaluaba correctamente la canibalización de las baterías, es decir, cómo su crecimiento reducirá sus propios márgenes de ingresos a largo plazo”.
Las baterías como herramienta para reducir la volatilidad
Actualmente, España cuenta con 84 GW de potencia renovable instalada, de los cuales 32 GW corresponden a energía solar fotovoltaica.
La acelerada penetración renovable ha provocado un aumento en la volatilidad de los precios, con períodos en los que la electricidad se vende a valores cercanos a cero y otros en los que supera los 100 €/MWh en un solo día.
En este contexto, las baterías desempeñan un papel fundamental. Marroquín sostiene que estas permiten almacenar energía cuando los precios son bajos y liberarla en momentos de alta demanda, lo que reduce los picos de precio y estabiliza el mercado.
Según el informe, si España no incorporara almacenamiento, en 2030 podría haber fluctuaciones de hasta 100 €/MWh en un solo día, mientras que con 20 GW de baterías instaladas, esa diferencia se reduciría casi a la mitad.
“Las baterías pueden absorber los excedentes solares en las horas de menor demanda y utilizarlos en los momentos en los que la red lo necesita, evitando que España tenga que exportar electricidad a precios cero”, describe el ejecutivo.
La paradoja del almacenamiento: el riesgo de canibalización
A pesar de su impacto positivo en la estabilidad del mercado, el crecimiento del almacenamiento conlleva un desafío interno: la reducción de los ingresos de las propias instalaciones de baterías.
“Al principio, las baterías se aprovecharán de la volatilidad del mercado, comprando energía barata y vendiéndola cara”, detalla Marroquín. Sin embargo, advierte que a medida que más almacenamiento se conecta a la red, ellas mismas comienzan a reducir las diferencias de precio entre horas punta y valle, limitando así las oportunidades de arbitraje.
El informe modela dos escenarios para 2030:
- Sin baterías: precios extremadamente volátiles, con picos por encima de 120 €/MWh y mínimos cercanos a 20 €/MWh.
- Con 20 GW de baterías: reducción de la diferencia entre precios máximos y mínimos a la mitad, con valores que oscilan entre 40 €/MWh y 100 €/MWh.
“Cuando hay muchas baterías compitiendo por almacenar energía en las horas solares y venderla en las nocturnas, los valles de precios suben y los picos bajan, limitando la rentabilidad”, puntualiza.
España, un mercado clave para el almacenamiento
El informe destaca que España tiene un potencial excepcional para el desarrollo de almacenamiento debido a su alta capacidad solar y su limitada interconexión con otros mercados.
Marroquín resalta que, a diferencia de países con mayor integración en la red europea, España debe gestionar internamente sus excedentes solares, lo que hace que el almacenamiento sea una herramienta fundamental para evitar exportaciones de energía a precios cero.
Sin embargo, el avance del almacenamiento se enfrenta a desafíos como la falta de incentivos específicos y la necesidad de modelos de negocio sostenibles.
Según el referente, “la electrificación de la demanda no está avanzando al ritmo esperado, lo que genera incertidumbre en algunos proyectos”.
Aunque reconoce que la movilidad eléctrica y los centros de datos pueden impulsar el consumo, sostiene que “no se observa un crecimiento significativo en la electrificación industrial, debido a la falta de incentivos y visión estratégica en Europa”.
A medida que el mercado evoluciona, será clave encontrar mecanismos que equilibren el despliegue del almacenamiento sin comprometer su rentabilidad. España tiene la oportunidad de consolidarse como líder en baterías, pero para ello deberá anticiparse a los efectos de su propia expansión.
Las baterías, solución a la volatilidad del mercado eléctrico – Our New Energy.docx
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