En Cantabria sólo se produce el 25% de la energía eléctrica que consume por lo que el desarrollo de las energías renovables significarían una gran oportunidad para construir una nueva industria.  

Tiempo atrás se anunció que en esta región el 90% de su territorio quedaría excluido de la instalación de parques eólicos para conservar su biodiversidad y paisajes. 

Pero esto no significa un freno a la apuesta de las grandes empresas. Actualmente, Capital Energy suma 827 MW de potencia eólica en tramitación. 

Solo los últimos dos parques ingresados: Alsa y Bustafrades, serán capaces de producir unos 184.600 MWh de electricidad limpia al año.

Con 15 aerogeneradores, abastecerán el consumo de alrededor de 60.000 hogares cántabros, y evitarán la emisión anual a la atmósfera de más de 43.000 toneladas de CO2.

Estos pertenecen al plan de inversiones por más de 2.400 millones para el desarrollo de sus 2.324 MW renovables en territorio español. 

En total existen 16 expedientes a la espera de permisos ambientales en la plataforma del MITECO. Entre ellos solo uno es de fotovoltaica y pertenece a la sociedad creada por el Corredor del Hidrógeno del Ebro.

Otras empresas que pretenden construir sus parques eólicos en Cantabria son Enerfin y FRV. 

La primera firma espera por el Piruquito que aportará 54 MW a la potencia instalada total en Cantabria y el proyecto de FRV, denominado Caraebos sumará la misma cifra. 

En el ámbito marítimo, la región es el gran socio estratégico de las Comunidades Autónomas. Uno de los acuerdos es con Baleares, para el desarrollo de un «laboratorio experimental» para la generación de energía a partir de la fuerza de las olas.

Sus costas son el escenario elegido de la prueba piloto del proyecto ROE (Renewable Ocean Energy), una iniciativa impulsada por el Clúster Marítimo y Logístico de Islas Baleares, la compañía ROE y Sunwa Technologies y la Universidad de las Islas Baleares (UIB) que pretende generar energía renovable procedente de la fuerza undimotriz. 

Asimismo, otra de las alianzas entre Comunidades Autónomas se da con Galicia y Asturias, donde Cantabria cuenta con un grupo de investigación del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria que está trabajando en un proyecto de plataformas semisumergidas que supondría un salto tecnológico importante en el sector de la eólica marina.

La Xunta gallega ha creado este año un observatorio de la energía eólica marina para implicar a todos los sectores con intereses con la vista puesta en su desarrollo. Y Asturias, gracias a la iniciativa de empresas como Enagás o Naturgy cuenta con prometedores proyectos que significarían el desarrollo de parques marinos.