Pablo Alcón Valero, director de Offshore de Capital Energy, compartió las aportaciones y visiones de la compañía en relación a la eólica marina y las necesidades que encuentran en el mercado para su desarrollo durante el mega evento organizado por Future Energy Summit en Madrid.

La empresa tiene un pipeline de proyectos eólicos marinos y terrestres en desarrollo por más de 30 GW a nivel global, de los cuales 10 GW cuentan con acceso y conexión confirmados. 

Con base en España y Portugal, ha retomado el impulso en la eólica marina, adaptándose ahora a las zonas de ordenación del espacio marítimo (POEM), con una capacidad proyectada en cada país de 3,5 GW. 

Registro de proyectos realizado por Energía Estratégica España ingresados a tramitación en MITECO

El directivo describió que la estrategia de Capital Energy es desarrollar el máximo número de proyectos y asegurar así una parte significativa de los MW que se subasten en el mercado.

Su cartera está compuesta por 18 proyectos en todo el mundo, con una capacidad total de 12 GW. Además de la península ibérica, Capital Energy tiene su mirada puesta en Brasil y Colombia. 

Alcón Valero resaltó la importancia de aprender de las experiencias y lecciones de proyectos de eólica marina en Europa y el mundo. 

Asimismo, reafirmó que buscan aprovechar su experiencia tanto en tecnología flotante como en cimentación fija para acelerar el despliegue comercial de sus proyectos. 

Necesidades del mercado eólico marino en España

En cuanto a las necesidades para el desarrollo de la eólica marina, el referente de Capital Energy destacó la importancia de contar con un marco regulatorio claro y estable, así como con reglas de subasta y un calendario bien definidos. 

Además, mencionó la necesidad de garantizar exclusividad en el espacio marítimo para las subastas y la importancia de un régimen retributivo con contratos de compra de energía (PPA) de al menos 20 años para garantizar la viabilidad y financiación de los proyectos.

Otro de los aspectos resaltados por el ejecutivo fue el compromiso de los desarrolladores locales con la cadena de suministro y el impacto social positivo que pueden generar los proyectos en el territorio. 

En este sentido, opinó que “sería una contradicción otorgar subvenciones o contratos de compra de energía a empresas extranjeras”, en lugar de fortalecer la cadena de suministro española y apoyar el crecimiento de los promotores nacionales.