El Reino Unido ha dado un paso decisivo en su transición energética con la publicación de la estrategia «Clean Power 2030″. Este proyecto busca establecer un sistema eléctrico limpio y accesible en seis años, reduciendo drásticamente la dependencia de los combustibles fósiles y desbloqueando £40 mil millones en inversiones anuales.

El Secretario de Energía, Ed Miliband, señaló que «la era de la electricidad limpia consiste en aprovechar los recursos naturales de Gran Bretaña para garantizar seguridad energética, facturas más bajas, buenos empleos y acción climática».

El plan establece como objetivo principal que al menos el 95 % de la generación eléctrica para 2030 provenga de fuentes limpias. Para lograrlo, se proyecta una capacidad instalada de 43-50 GW de energía eólica marina, 27-29 GW de eólica terrestre y 45-47 GW de energía solar fotovoltaica.

Estas metas estarán respaldadas por sistemas de almacenamiento y flexibilidad, incluyendo 23-27 GW de baterías y 4-6 GW de almacenamiento de larga duración. Además, se mantendrán 35 GW de capacidad de gas como respaldo en momentos de alta demanda.

Según el Operador Nacional del Sistema Energético (NESO), estas medidas no solo son alcanzables, sino que permitirán generar electricidad a menor costo. «Nuestro sistema para 2030 será más limpio, seguro y asequible para los consumidores», destacó Fintan Slye, director ejecutivo de NESO.

Impacto en la economía y el empleo 

Clean Power 2030 promete beneficios económicos sin precedentes. Se estima que las inversiones desbloquearán miles de empleos calificados en sectores como la ingeniería, la construcción y las tecnologías limpias. Este crecimiento contribuirá a la reindustrialización del país, especialmente en regiones clave como el noreste de Inglaterra.

«El Reino Unido se convertirá en un líder global en energías renovables, atrayendo inversión y fortaleciendo su economía local», afirmó Jon Butterworth, director ejecutivo de National Gas.

Beneficios tangibles para los consumidores 

Uno de los ejes centrales de la estrategia es proteger a los hogares y empresas de los costos volátiles de los combustibles fósiles. Durante la crisis energética de 2022, las facturas energéticas alcanzaron niveles récord. «Este plan permitirá traducir los costos más bajos de la energía limpia en facturas asequibles para las familias», aseguró Miliband.

El gobierno también ha destacado medidas específicas para los consumidores, como el despliegue de paneles solares domésticos, baterías y tecnologías flexibles que permitan aprovechar tarifas más bajas. Además, iniciativas como el Warm Homes Plan mejorarán la eficiencia energética en los hogares.

Soluciones para desafíos estructurales 

El éxito de Clean Power 2030 depende de superar barreras históricas en la infraestructura energética. Para ello, el gobierno se compromete a agilizar los procesos de planificación, priorizar proyectos críticos y eliminar las restricciones en las conexiones a la red eléctrica.

«Las conexiones a la red han paralizado proyectos clave durante años. Esta estrategia establece un marco claro para desbloquear la capacidad necesaria», afirmó Dhara Vyas, directora de Energy UK.

El gobierno también está apostando por tecnologías innovadoras como la captura de carbono y el hidrógeno, esenciales para garantizar la estabilidad del sistema energético en períodos de alta demanda o condiciones climáticas adversas.

Clean Power 2030 es una pieza clave en los compromisos del Reino Unido para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. Al electrificar sectores como transporte, calefacción e industria, el país reducirá significativamente su huella de carbono y consolidará su independencia energética.

Según Ed Miliband, «la lucha por la energía limpia es la batalla por la seguridad nacional, económica y climática de nuestra época. Este plan nos da las herramientas necesarias para ganar esta batalla.»

Aunque ambicioso, Clean Power 2030 es considerado por expertos e industrias como una estrategia viable y necesaria. «Este plan será transformador para la economía británica y las comunidades locales», comentó Shaun Spiers, director ejecutivo de Green Alliance.