Una de las modificaciones a las medidas para conseguir mayor independencia del gas natural que deberá tenerse en cuenta para el Plan de Contingencia será el fomento de las Comunidades Energéticas. 

Durante el debate en el Congreso de Diputados, uno de los puntos a mejorar que mencionaron fue la necesidad de ampliar el radio de abastecimiento que, actualmente, la normativa limita a 500 metros. 

En este sentido, los técnicos y promotores de esta alternativa de autoconsumo reclaman desde hace tiempo por la dificultad que esta condición impone frente al desarrollo, sobre todo en polígonos industriales y zonas rurales. 

Las autoridades han anunciado que en el plazo de cuatro semanas estará lista la nueva normativa con las modificaciones. 

¿Qué pasará si se quita este límite de distancia? 

La respuesta del experto en energía y redes eléctricas, Abelardo Reinoso, fue: «Nada», ya que en las redes eléctricas la distancia no implica alteraciones, sino la potencia, el nivel de tensión y la disponibilidad. 

Es por eso que, en diálogo con Energía Estratégica España, refuerza la idea de eliminar este requisito por completo, poner el foco en cuánta potencia se instalará, establecer un máximo para el acceso a la red de baja tensión y darle las herramientas necesarias a las empresas distribuidoras para que analicen cada caso y desde allí se pueda gestionar de la manera más conveniente y óptima la red. 

«Al fin y al cabo se llama generación distribuida para acercar más energía a más lugares, no hay sentido en limitarla», sintetiza Reinoso. 

Micro redes y nuevos roles 

El contexto de urgencia de una mayor independencia del gas natural revela oportunidades de mejorar mecanismos que habían quedado postergados. 

Optimizar el uso de la red puede ser el gran desafío de la transición energética. Pero para el experto en energía, el poder político no ve como primordial lograr una mejor manera de gestionar la red y enfatiza sobre la falta de toma de decisiones. 

«Hoy estamos en un nuevo nivel en materia de redes y el dilema es 100% de distribución«, describe y afirma que hay que darle las herramientas al distribuidor para que sea capaz de gestionar íntegramente su propia red y pueda, por ejemplo, ubicar determinadas instalaciones dependiendo de su disponibilidad. 

Para ello, propone que se tendrá que dar una real sinergia entre el operador del  sistema eléctrico, las empresas a cargo de la distribución y el ente regulador que abogue de mediador de intereses. 

«Se deberá trocear las responsabilidades entre el operador de sistema y el del mercado para llegar al nivel de detalles que requerirá la nueva forma de autogeneración y diversificación del consumo», señala Reinoso. 

El mayor reto de las Comunidades energéticas

Con las primeras ayudas ya otorgadas por el IDAE a las Comunidades Energéticas en todo el territorio español, se ha visto un gran desarrollo de esta alternativa de autoconsumo ideal para inversiones menores o para familias que viven en hogares que no tienen un tejado acorde. 

Se puede decir que el gran reto será convencer a los usuarios que es conveniente invertir en sumarse a una comunidad. 

Pero hacerlo, en un principio, implica más inconvenientes que soluciones, por lo que el esfuerzo deberá hacerse en resolver las dificultades en cuanto a tramitaciones y reglamentaciones.  

Reinoso considera que el Gobierno está haciendo lo necesario para brindar ayudas económicas para el desarrollo y facilitando el asesoramiento como con la apertura de la oficina de información exclusiva de autoconsumo. 

No obstante, remarca que el principal desafío está en que los consumidores no sientan que invierten en hacer su vida más compleja, iniciando negociaciones con gigantes como las empresas distribuidoras.  

«Es necesario pulir un mercado de PPAs en esta escala que le simplifique y haga más cercano el beneficio«, porpone el asesor en redes eléctricas. 

Al mismo tiempo, señala que desde las entidades estatales deberán planificar estratégicamente las ayudas teniendo en cuenta que en algunas comunidades la radiación solar es muy baja.