El Instituto Tecnológico para la Energía (ITE), elaboró un estudio en el que se analizan diversos escenarios de exposición que habitualmente se desarrollan en los trabajos en tensión o en proximidad en líneas eléctricas aéreas de alta tensión.

A raíz de este documento, la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (AELEC) organizó un webinar llamado “Análisis de la exposición de trabajadores del sector eléctrico a campos electromagnéticos”, en el que invitó a varios actores de las grandes compañías energéticas españolas a dar una ponencia.

En el marco de esa charla, Luis Oliver, Responsable del Área de Higiene Industrial y Ergonomía en Iberdrola, destacó que la empresa trabaja en los estudios de los campos electromagnéticos desde 1988.

“Cuando salió el Real Decreto 299/2016, que aplica una regulación a la seguridad de los trabajadores sobre estos campos, nosotros desde Iberdrola llevábamos casi 20 años de experiencia en esta materia”, señaló el directivo.

Asimismo, agregó que desde 1988 que trabajan con equipos para la medición de los campos electromagnéticos para las instalaciones, una adquisición a la que describió como: “Un punto de inflexión”.

Así también, valoró positivamente la actuación por parte del servicio médico de Iberdrola ante estas situaciones, en relación con los trabajadores con riesgos particulares, por ejemplo, personas embarazadas o con algún dispositivo de salud, como el marcapasos. “Gracias a esto, pudimos crear un plan de formación específico para nuestros trabajadores”, remarcó el ejecutivo,

“También, dentro de esta gestión de los campos, tenemos una parte que es la institucional, como participaciones con grupos de trabajo, con asociaciones como puede ser AELEC, y además, otras colaboraciones con institutos de seguridad en el ámbito laboral”, indicó Oliver.

En este sentido, subrayó que todas las mediciones de los campos electromagnéticos que fueron tomadas por Iberdrola, han sido solicitadas para trabajos europeos, para proyectos de prevención de esta materia.

Por otro lado, el directivo comentó que repetir una medición, generalmente, es motivado por una revisión en la evaluación inicial, por parte de los responsables de las prevenciones de los riesgos de trabajo.

Los momentos en los que se suele reevaluar una instalación son: Cuando se realice un cambio en los equipos; cuando ocurren modificaciones técnicas en las mismas instalaciones; ante cambios en las condiciones de trabajo o formas de operar; o cuando se comunica la existencia de trabajadores sensibles a estos campos.

“En Iberdrola también tenemos establecido un programa interno, en el cual cada cinco años repetimos las mediciones en los emplazamientos. Esto nos aporta un grado de conocimiento de la instalación de cara a la protección de nuestros trabajadores”, concluyó el ejecutivo.