Iniciada la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP29, en Bakú, Javier Fernández-Font, Director General de Alusin Solar y Vicepresidente de UNEF, llama a establecer un compromiso global concreto para fomentar la energía solar fotovoltaica. 

La COP29, a su juicio, debería ser un punto de inflexión para implementar políticas de incentivo a nivel internacional que faciliten una adopción sólida y expansiva de la tecnología solar, particularmente en aquellos países con menos acceso a financiamiento.

En diálogo con Energía Estratégica España, Fernández-Font propone que, desde esta conferencia, los gobiernos impulsen “medidas de exenciones fiscales y obligatoriedad en construcciones nuevas para que incorporen este tipo de instalaciones”, favoreciendo así el crecimiento del sector en Europa. 

Señala además que, ante los elevados precios de la energía, sería oportuno que “se planteen incentivos financieros que garanticen una penetración firme y acelerada de la fotovoltaica”, ya que el incentivo del factor ahorro se ve menos urgente desde la crisis energética de 2022. 

En este contexto, el ejecutivo enfatiza: “Es necesaria la determinación política en las decisiones” para que finalmente las ideas y acuerdos se concreten en la realidad. 

Necesidades del mercado solar fotovoltaico

Pese a que los precios de los paneles solares se encuentran en su mínimo histórico, el sector enfrenta una desaceleración en la adopción, influenciada por factores económicos y la baja en el precio del financiamiento. 

En Europa, el modelo de generación distribuida, que permite a las personas y empresas producir su propia energía mediante instalaciones de autoconsumo, ha experimentado un avance desigual. 

En esta línea, Fernández-Font observa que “España aún tiene un retraso en comparación con otros países europeos como Alemania”. 

Unificación de normativas y un trabajo conjunto entre países son, en su opinión, aspectos esenciales para que el autoconsumo logre una penetración adecuada y homogénea en el continente.

“La inestabilidad económica y el coste del financiamiento frenan en ocasiones el desarrollo de proyectos de generación distribuida, especialmente cuando requieren financiación externa”, destaca. 

No obstante, el empresario considera que la clave para superar estos obstáculos radica en la capacidad del sector para encontrar fórmulas que agreguen valor a las propuestas y adapten cada proyecto a las necesidades específicas de los clientes.

“Nos encontramos en una fase de consolidación con cierta ralentización derivada de la situación económica, la inestabilidad política y el precio del dinero”, señala Fernández-Font, explicando que en la actualidad el alto costo de la energía ha sido asimilado con relativa normalidad por industrias y hogares, lo cual resta urgencia al autoconsumo.

Finalmente, Fernández-Font lanza una reflexión para la COP29, subrayando que la transición hacia la fotovoltaica dependerá de políticas de apoyo gubernamental claras y firmes, remarcando que esta será la clave para que la energía solar fotovoltaica logre consolidarse como una fuerza relevante en la transición energética y la lucha contra el cambio climático.