En los últimos seis años, el sector energético español ha experimentado una transformación notable, marcada por el aumento en los resultados financieros y un crecimiento del patrimonio de las empresas líderes.
Según un análisis de Alfonso Zárate Conde, el conjunto de empresas ha aumentado sus resultados en 2.800 millones de euros, representando un incremento del 34%.

Fuente: Alfonso Zárate Conde
Este crecimiento resalta el papel de firmas como Iberdrola, Red Eléctrica y Repsol en la consolidación del sector, mientras que otras empresas enfrentan obstáculos debido a factores regulatorios y la presión de sus inversores.
En diálogo con Energía Estratégica España, el analista explica que estas empresas no solo presentan incrementos patrimoniales sólidos, sino que también mantienen estrategias sostenibles que contrastan con las de otras compañías del sector.
En este periodo, la creación de valor en el patrimonio del sector energético ha alcanzado los 10.000 millones de euros, un aumento del 10% en promedio.
La creación de valor y el proyecto industrial puro
El patrimonio del sector aumentó en 10.000 millones de euros, casi un 10%, donde Iberdrola y REE sobresalen con incrementos patrimoniales significativos, alcanzando una creación de valor a largo plazo de casi 20.000 millones de euros.

Fuente: Alfonso Zárate Conde
Zárate destaca el “proyecto industrial puro” en estas empresas, subrayando el compromiso de estas firmas con una estrategia sostenible de crecimiento y la creación de valor y en una estructura sólida y diversificada.
Asimismo, remarca el papel de Repsol por su estabilidad patrimonial y su capacidad para generar empleo, en una línea similar de crecimiento sostenible.
Por otro lado, empresas como Naturgy y Endesa han tenido una evolución distinta, impactadas por la presión de dividendos y la pérdida de patrimonio.
La “despatrimonialización” de las firmas es notoria en el análisis de Zárate, quien menciona que estas firmas han perdido aproximadamente 8.000 millones de euros en patrimonio neto, sugiriendo que la estructura de propiedad y la presión por maximizar los dividendos afectan la capacidad de estas empresas para invertir en proyectos de largo plazo.
Empleo y estrategias de crecimiento
El sector ha perdido más de 3.000 empleos en los últimos seis años, lo que representa una reducción del 6,5%.

Fuente: Alfonso Zárate Conde
A pesar de esta disminución general, Repsol se destaca por haber creado cerca de 1.400 empleos durante este periodo, mientras que Naturgy ha reducido su plantilla en un 47%, equivalente a aproximadamente 3.500 puestos de trabajo.
“Este ajuste responde, en parte, a los desafíos de Naturgy en su esfuerzo por mantener los dividendos, además de su fuerte exposición al gas y a mercados regulados”, según describe el analista.
De esta manera, sostiene que estas cifras ponen de manifiesto dos enfoques empresariales distintos en el sector: una gestión orientada a la creación de valor a largo plazo versus una maximización de resultados a corto plazo.
“Iberdrola y Repsol tienen una visión clara a largo plazo. Mantienen un patrimonio fuerte y diversifican”, comenta Zárate.
En contraste, Naturgy, debido a la presión de los accionistas, ha optado por despatrimonializar y reducir empleos, lo cual impacta en su capacidad para generar valor a futuro.
Hacia el 2025
Al observar el próximo año, Zárate destaca la situación de Enagas como un caso a seguir de cerca, debido a su ambiciosa apuesta por el hidrógeno.
Su reciente venta de activos con pérdidas fortalece su posición para invertir en proyectos futuros. Aunque reconoce que esta estrategia tiene potencial, también advierte que hace que la empresa sea “más pequeña” y podría afectar su posición competitiva en el futuro inmediato.
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