De acuerdo a la propuesta del Gobierno español como actualización del PNIEC, que permanecerá en consulta pública hasta el mes de septiembre, la potencia esperada para el 2030 pasaría de 113 GW a 160 GW.
En diálogo con Energía Estratégica España, el ingeniero técnico en ECOintegral IDP, José Alfonso García Jiménez, comparte su punto de vista sobre lo publicado en la actualización del documento.
Además, el especialista enumera y analiza los principales obstáculos que el sector o la industria podría encontrar dentro de la incorporación de esta nueva potencia renovable.
Así también, el experto comenta el rol que jugará el almacenamiento dentro de esta transición energética y cómo podría medirse su nivel de participación, en comparación con la generación renovable.
Y por otro lado, hace mención de la demanda que será necesaria para esta nueva capacidad renovable. Asimismo, explica que algunas tecnologías, como la nuclear, serán de difícil sustitución.
¿Qué valoración haces de lo publicado sobre la actualización del PNIEC?, ¿Son alcanzables los objetivos?
Haciendo una visual general, hay datos que resaltan por ser “fácilmente” alcanzables, como es el caso de la fotovoltaica, que llegará a su objetivo incluso antes del 2030.
Sin embargo, hay otros que requieren de mucha más delicadeza, como es el caso de la nuclear, ya que su cierre supondría un gran vacío en el aporte eléctrico con la demanda actual, por lo que teniendo en cuenta la estabilidad y seguridad que este tipo de fuente proporciona, será complicado alcanzarlo.
También me sorprenden otros datos como los 63 TWh de exportación de electricidad, que van totalmente compaginados al crecimiento de las fuentes renovables, pero me causa dudas, o el objetivo de los vehículos eléctricos, que para conseguirlo sería necesario vender tres veces más de lo actual.
¿Qué problemas podría encontrar el sector a la hora de desarrollar toda esta nueva potencia?
Se podrían encontrar una infinidad, pero para mí los más cruciales son: la falta de un marco regulatorio que ampare a todos los tipos de fuentes de energía, dándole a cada una su lugar merecido.
Integración en la red, es crucial que la infraestructura eléctrica actual se preparé (o adapte donde sea necesario) para incluir estas fuentes de energía, ya que como bien sabemos las condiciones de ellas son diferentes a las que presentan los tradicionales métodos.
Y por supuesto, un almacenamiento suficientemente apto para que toda esa nueva potencia pueda tener sentido y utilidad, no sirve de nada hacer una descarbonización completa si no se cuenta con seguridad y disponibilidad con las nuevas fuentes.
¿Crees que habrá suficiente demanda para tanta nueva potencia renovable?
Los consumidores por nuestra parte deberíamos ir caminando hacía una reducción de demanda eléctrica, es fundamental una buena educación energética para conseguir todos los objetivos que estamos hablando y para considerarnos sostenibles.
A mayor escala, creo que España se podría llegar a convertir en una exportadora clave en el marco Europeo, entonces ahí sí que tendría sentido y demanda toda esa nueva potencia renovable.
¿Qué medidas podrían llevarse a cabo para generar más demanda en la industria local?
En este aspecto hay que tener en cuenta muchas variables que complican la ecuación, pero en primer lugar, son más que conocidas todas las trabas burocráticas que tiene cualquier persona que quiera montar una empresa en España.
Además, para el desarrollo de muchas de estas tecnologías hacen falta unas materias primas que son escasas en nuestro país, por lo que se complica aún más.
Personalmente creo que la medida más directa y que pueda verse reflejada su efecto de manera positiva en el menor tiempo posible es la de reformar el marco regulatorio para conseguir reducir al máximo el proceso burocrático al que hay que enfrentarse cuando se inicia una empresa.
Según SolarPower Europe la fotovoltaica en España podría conseguir sus objetivos antes del 2030, ¿Podría también hacerlo alguna otra tecnología?
Realmente el crecimiento debería ser uniforme en todas las tecnologías, en cierto modo, cuando se basa el sistema en un mix energético todas ellas son protagonistas.
En particular, me gustaría resaltar el almacenamiento, ya que es necesario para el desarrollo de una red eléctrica sostenible, además, teniendo en cuenta las fuertes inversiones e investigaciones que sean llevado a cabo en diferentes tecnologías, como pudiera ser el hidrógeno y biogases, el crecimiento que marcar el Plan será asequible alcanzarlo antes del 2030.
¿El desarrollo del almacenamiento será una clave? ¿Debería establecerse un objetivo para esta tecnología, o debería ir en un crecimiento de la mano de la generación renovable?
Sí, sin lugar a duda, será una clave. Como ya he comentado anteriormente, creo que deberían de ir de la mano, pero actualmente se encuentran en un gran déficit frente a la generación renovable, por lo que ahora su crecimiento debería ser exponencialmente (como pasó con la generación renovable), marcándole un objetivo propio.
Posteriormente, cuando consiga eliminar dicha diferencia, debería ir creciendo de la mano de la generación, al final es lo que le dará la estabilidad, seguridad y valor al sistema y al mercado eléctrico.
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