Luego de haber presentado al resto de los Estados miembro de la UE una nueva propuesta de reforma del mercado eléctrico este lunes, la vicepresidente tercera y Ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, declaró que en las próximas semanas espera que haya un acuerdo.
Según se difundió, este nuevo borrador permitirá que las centrales nucleares, especialmente las francesas, puedan beneficiarse de subvenciones para infraestructuras de energías renovables.
Además, plantea que los beneficios de la venta de electricidad a largo plazo a precios superiores al mercado no se redistribuyan únicamente entre los consumidores, como se propuso inicialmente, sino que también lleguen a las empresas, como lo desea Berlín.
Esta propuesta se alinea con la posición del Parlamento Europeo y será discutida en el Consejo de la UE.
Mientras, durante el Foro de la Energía organizado por elEconomista, referentes del sector privado debatieron los detalles de la reforma ya aprobada por el Comité de Energía del Parlamento Europeo.
En palabras de Robert Navarro, consejero delegado de RWE Renewables Iberia, se destaca la importancia de no romper radicalmente el mercado, sino de complementarlo con nuevos instrumentos.
Enfatiza que la propuesta de utilizar Contratos por Diferencias (CFD) y fomentar los mercados de PPAs se ve con buenos ojos frente a la volatilidad del Pool.
Raúl Morales, consejero delegado de Soltec, por su parte, señala que la reforma nunca satisface a todos los actores, y su apoyo o rechazo a menudo depende de sus intereses particulares.
Destaca que una regulación justa, no excesiva, da lugar a que todos los actores compitan en igualdad de condiciones en el mercado eléctrico, evitando posiciones dominantes que limiten la competencia.
Subastas, ¿sí o no?
En el debate sobre la reforma del mercado eléctrico europeo, uno de los temas que suscitó un interesante intercambio de opiniones fue el mecanismo de la subasta como método para determinar los precios de la electricidad.
José María Piñar, CEO de ELMYA, argumentó que las subastas, en el pasado, habían sido una herramienta valiosa para introducir dinamismo en el sector energético.
Sin embargo, expresó su desacuerdo con la continuación de este mecanismo en las condiciones actuales, ya que consideraba que ha evolucionado y que existen mejores alternativas para garantizar una competencia justa y equitativa en el mercado eléctrico.
“El mercado eléctrico está experimentando una regulación normal en la actualidad, con fluctuaciones típicas de oferta y demanda”, postula Piñar.
Asimismo explica que los fabricantes de módulos tienen exceso de oferta, lo que ha llevado a la reducción de precios debido, en parte, a la disminución de los costos de materias primas.
“Esta situación no debería llevar a que los precios lleguen a cero, y se espera que las variaciones en el mercado se mantengan dentro de los rangos habituales. Cuando la oferta supera la demanda, se produce cierta redistribución de márgenes dentro de la cadena de suministro”, describe el referente de ELMYA.
En la misma línea, el representante de Soltec, hizo hincapié en la necesidad de aprender de la experiencia pasada, destacando que no siempre se puede asumir que los precios de la electricidad seguirán una tendencia a la baja.
Algunas subastas pasadas resultaron en precios “irrealmente bajos”, lo que llevó a la no construcción de plantas de generación previamente ofertadas.
En contraste, varios participantes argumentaron que las subastas aún tienen un papel que desempeñar, especialmente en el caso de tecnologías no maduras con una importante penetración en el mercado.
En este caso, los PPAs podrían no ser la opción más adecuada y requerirían un respaldo estatal para su desarrollo.
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