El Consejo de Ministros de la Unión Europea ha aprobado una medida en la que establece que las instalaciones de energías renovables deberán esperar tan solo un año por su tramitación ambiental, ampliando este plazo a dos años para las que se ubiquen en alta mar.

En diálogo con Energía Estratégica España, el Director General de Energía y Cambio Climático de las Islas Baleares, Pep Malagrava destaca: “Son medidas necesarias. Todo lo que sea para desburocratizar y simplificar la tramitación administrativa de las energías renovables es básico, si queremos asumir los objetivos climáticos en Europa, en España y Baleares”.

Siguiendo con su valoración de esta resolución, el funcionario resalta que los plazos establecidos pueden ser realistas, pero que aún resta trabajar en dos aspectos importantes.

“Por un lado, las tramitaciones podrán ser rápidas, cuando el sector público sea fuerte, es decir, que haya manos y recursos para evaluar estos proyectos”, advierte el directivo.

Siguiendo con esta idea, indica que una situación que suele darse, incluso en las Islas Baleares, es que el personal de las administraciones pase de evaluar dos parques renovables a 30, y no de abasto a la cantidad de expedientes.

“Tenemos que crear un sistema público fuerte, y para eso, se requiere destinar una mayor cantidad de recursos públicos a la materia energética”, remarca Malagrava.

Por otro lado, comenta la opción de establecer una sistema de prioridad para los proyectos renovables, dentro de todos los órganos que deban emitir permisos, desde el ambiental hasta el urbanístico.

“Es algo que en Baleares ya lo hemos creado, todas las instalaciones de renovables son de interés autonómico. Tienen una preferencia a la hora de la tramitación, y eso tiene que pasar en España y en Europa”, subraya el funcionario.

“Si tomamos estas cosas en cuenta, un año es más que suficiente para realizar un trámite de un emprendimiento, desde que entra en la administración pública, hasta que es aprobado para su ejecución”, explica el directivo.

Por otro lado, Malagrava hace mención del sistema que aplican dentro de la Comunidad Autónoma, delimitando las zonas de aptitud alta, media, baja o de exclusión para estas instalaciones renovables.

En las zonas de alta aptitud, que sean menores de cuatro hectáreas, y en las de media, en parques de menos de dos hectáreas, se exime del control al órgano ambiental, porque se entiende que ya ha habido una evaluación ambiental suficiente.

“En algunos casos, las tramitaciones se han alargado mucho, y es muy importante que todo aquel que quiera hacer una instalación de energía renovable, tenga un mapa donde sepa donde el proceso será más fácil y más rápido, y donde no lo será”, concluye el directivo.