Ayer, el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) lanzó una modificatoria –VER– para la tercera subasta de energías renovables, que se celebrará el próximo martes 25.

En diálogo con Energía Estratégica España, Elías Hernández, miembro de la junta de AVEBIOM, explica que tal disposición permite que el cupo de una tecnología no afecte a otra si es que no hay suficiente cantidad de ofertas.

Es que, para que la subasta sea competitiva, el Miteco estableció que al menos debe haber un 120% de ofertas de cada una de esas reservas mínimas fijadas para cada tecnología.

En esta subasta se pondrán en juego 520 MW repartidos en dos cupos: uno de 140 MW para fotovoltaica distribuida, para instalaciones menores de 5 MW con carácter local; otro de 380 MW para otras fuentes, con reservas mínimas de 220 MW para solar termoeléctrica, 140 MW para biomasa y 20 MW para otras tecnologías.

Sólo a modo de ejemplo, si se presentaran ofertas termosolares por 100 MW, eso generaría que se achique la reserva mínima (ya que al menos debe haber un 120% de ofertas del volumen a licitar) pero no sólo de esa tecnología sino de todas, generando un gran impacto sobre la convocatoria.

Hernández explica que ahora, con esta disposición, esa posibilidad queda enmendada. “Que una tecnología no llegue, no tiene sentido que pueda afectar a las otras que pueden cubrir el resto del cupo”, razona el experto, al tiempo que considera criteriosa la medida del Miteco.

Además, la modificatoria también permite a las empresas adjudicar centrales de biomasa de hasta 50 MW.

Fuentes del sector confían a este medio que estos cambios se dan por temor a que no se presenten una suficiente cantidad de ofertas termosolares.

Por su parte, Hernández comenta que esperan un buen volumen de ofertas de bioenergías en la subasta, aunque el tema clave en este caso pasará por los precios máximos que fije el Miteco.

“Va a haber ofertas pero va a ser a un precio más elevado que la última subasta que hubo para biomasa. Esto se da por una sencilla razón, estas subastas están pensadas para tecnologías donde el coste del combustible es cero o muy bajo, y donde no hay prácticamente costes de operación y mantenimiento”, observa en referencia a la eólica y solar.

Y advierte: “Puede ser que si el Gobierno ha puesto un precio máximo bajo, muchas de las ofertas queden fuera”.

En términos comparativos con la subasta anterior, para Hernández el precio máximo para plantas grandes de biomasa debería rondar los 120 €/MWh, mientras que para las pequeñas en 170 €/MWh.

El miembro de la junta de AVEBIOM justifica este aumento de precios por la inflación. Recuerda que para esta convocatoria el valor adjudicado no estará indexado y se fijará por 20 años, donde sólo el 15% tendrá una exposición al mercado.

“Tomar riesgo IPC por 20 años, cuando para una central de biomasa sus costes de explotación se inflactan, obliga a hacer unas hipótesis de IPC que van a elevar mucho el precio”, analiza.

Explica que “hace dos años el IPC podía ser de un 1, 1,5 o 2; pero este año hemos tocado el 10% y eso obliga a cubrirse mucho”.

Y precisa que estas centrales tienen costes de operación y mantenimiento en torno al 50%, teniendo en cuenta la obtención de la biomasa para operar y la cantidad de operarios que requiere este tipo de plantas. En la solar y eólica, en cambio, el coste es ínfimo ya que requiere de menor personal y su combustible (el viento y el sol) es gratuito.