Endesa invertirá, en el próximo trienio 2023-25, cerca de 994 millones de euros para hacer más inteligente y digital la red eléctrica de Cataluña, seguir mejorando la calidad del servicio que reciben los 4,4 millones de clientes que la Compañía tiene en el territorio (es decir, con contrato de acceso a las infraestructuras energéticas), pero, sobre todo, con el fin de facilitar la transición energética y desplegar las energías renovables. Las inversiones, trabajadas de forma conjunta y aprobadas por la Generalitat de Cataluña, se suman a los 263,7 millones de euros que la Compañía ya está destinando este año a la red de distribución en el marco del trienio actual (2021-23).
En este sentido, Endesa, a través de su filial de distribución, e-distribución, prevé llevar a cabo cerca de 1.300 proyectos repartidos por toda Cataluña, los cuales estarán destinados a mejorar la digitalización, fiabilidad, resiliencia, flexibilidad y eficiencia de la extensa red de distribución de Endesa en Cataluña, que representa un 39 % de la potencia de toda la Compañía en el estado y cuenta, entre otras cosas, con 45.669 centros de transformación, 208 subestaciones, 126 centros de reparto y 98.910 kilómetros de líneas eléctricas (baja, media y alta tensión) repartidos entre las cuatro demarcaciones.
Las actuaciones se centrarán principalmente en todos aquellos ejes que permitan seguir digitalizando la red, garantizar su robustez y resiliencia, facilitando el acceso a las renovables, mejorar la calidad y la continuidad del suministro –minimizando las interrupciones del servicio en la medida de lo posible– y preparando las infraestructuras para el incremento de la demanda fruto de la electrificación (que se prevé que se incremente en unos 7.500 MWh dentro de tres años).
Esta planificación se ha llevado a cabo después de haber escuchado al territorio con lo cual se han priorizado sus requisitos más inmediatos, siendo conscientes del papel esencial que tiene la red de distribución sobre la calidad de vida de las personas, ya que es la que permite que la electricidad llegue a las casas, las industrias y los servicios, conectando las redes de transporte y las centrales de generación con los puntos de consumo.
En concreto, Endesa prevé actuar directamente en más de 11.100 kilómetros de líneas de alta, media y baja tensión, y destaca especialmente el esfuerzo inversor en la baja tensión, que se sitúa en casi 189,3 millones de euros. Así, la Compañía prevé mejoras en más de 4.700 kilómetros de cableado de baja tensión entre 2023 y 2025.
Para llevar a cabo todas estas actuaciones se prevé generar más de 2.900 puestos de trabajo -tanto directos como indirectos-, a razón de unos 960 puestos de trabajo al año.
La digitalización: foco transversal y de futuro
La transformación de las redes de distribución juega un papel clave para asegurar la integración de las energías renovables, el desarrollo de las tecnologías que facilitan la energía distribuida y el despliegue masivo del vehículo eléctrico. Y es que la red de distribución tal como la conocemos, mutará hacia redes activas y participativas, en las que el cliente será el centro del sistema eléctrico y se mejorará la calidad del servicio que este recibe. Es por ello que Endesa sitúa la digitalización como el eje central de todo este cambio, ya que las infraestructuras eléctricas se convertirán en las facilitadoras reales del proceso de transición energética en el que ya está inmersa.
Aparte de conseguir la descarbonización y la electrificación de la economía, la red eléctrica también afronta un reto mayúsculo: la resiliencia. En este sentido, la investigación en innovación y la aplicación de nuevas tecnologías son clave para estar preparados para cuando se produzcan fenómenos meteorológicos extremos que afecten a la calidad del suministro, una de las consecuencias del cambio climático.
A modo de ejemplo, una de las herramientas que proporciona la digitalización para mejorar y reforzar la calidad del suministro es el proceso de automatización de la red y la instalación de telemandos, que permiten reducir el tiempo de restablecimiento del servicio eléctrico en caso de incidencia, al posibilitar la realización de maniobras a distancia para llevar a cabo las primeras operaciones y acortar así el periodo de reposición del suministro hasta un 20 %.
En el periodo 2023-2025 Endesa tiene previsto instalar cerca de 15.000 telemandos en toda Cataluña, de forma que dentro de tres años se superará la cifra de 33.000 y se continuará con el despliegue iniciado en los últimos años. Además, se instalarán nuevos interruptores de línea que actúan automáticamente ante las incidencias en la red, con el fin de aislar los tramos averiados y restablecer el suministro en el menor tiempo posible.
Otro de los elementos clave en esta transformación es también la sensorización de los centros de transformación, que consiste en monitorizar el estado de los transformadores y de las redes de baja tensión, de forma que se puede observar y analizar la evolución de parámetros como las tensiones y las temperaturas para así controlar su correcto funcionamiento y conseguir una gestión digital preventiva y predictiva de estos activos. Esta iniciativa, que comenzó a desplegarse en el año 2018, ha ido progresivamente in crescendo y durante el próximo trienio Endesa prevé instalar, repartidos por todas las comarcas catalanas, alrededor de 27.800, hasta alcanzar los 50.200 aproximadamente en 2025.
La digitalización, así pues, se extiende por toda la infraestructura de la red de distribución, desde sus sistemas y procesos hasta los canales de atención al cliente. Con su uso se pone foco en la mejora de la calidad del suministro a los clientes, de forma que se reduzcan las interrupciones de suministro y los tiempos de respuesta en caso de incidencias, ya sean propias o derivadas de agentes externos.
Además, también se aprovecha el potencial del big data y la inteligencia artificial para mejorar la operativa en un proceso de toma de decisiones cada vez más basado en los datos. Entre los proyectos en marcha destaca el Network Digital Twin, el gemelo digital de la red, una réplica exacta de los activos con la cual pueden realizarse simulaciones en todas las condiciones posibles. Este gemelo digital abre la puerta a la gestión de las redes basada en datos, a controlar en tiempo real el funcionamiento de los distintos componentes, a realizar un mantenimiento preventivo y a interactuar con el personal de campo de forma más eficiente.
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