La industria eólica marina europea enfrenta un punto de inflexión clave. Para cumplir con el compromiso de instalar 100 GW hacia 2040 y avanzar en su competitividad, el sector debe reducir el CAPEX en al menos un 30%, una meta ambiciosa que requiere transformaciones estructurales en tecnología, financiación y planificación regulatoria, según el acuerdo de fabricantes y desarrolladores anunciado en el encuentro de WindEurope.
El camino técnico está trazado. “La industria ya definió su camino; ahora, los gobiernos deben actuar con una visión integral que incluya generación, red y almacenamiento”, manifiesta Andrés Álvarez Rial, responsable de Desarrollo de Negocio BESS marítimo & Offshore en Head Up Services.
En diálogo con Strategic Energy Europe, el ejecutivo enfatiza que sin estos elementos, los parques eólicos —por más avanzados que estén tecnológicamente— se enfrentan a limitaciones estructurales que comprometen su rentabilidad y viabilidad a largo plazo.
Escalar turbinas y proyectos: reducir el LCOE con tecnología y volumen
La apuesta por turbinas más grandes es una de las estrategias más claras para reducir el CAPEX. “Invertir en el desarrollo de turbinas más grandes y eficientes que puedan generar más energía con menos unidades permite obtener un costo por MWh más bajo”, destaca Marcos Martínez Lodeiro, Director Comercial de Norinver Montajes e Ingeniería.
En este sentido, comenta a este medio que para que un parque comercial sea rentable por su cuenta debe instalarse “al menos 400 MW o 200 MW, en caso de recibir ayudas e incentivos por parte de los gobiernos”, ya que la economía de escala también juega un rol determinante.
“Solo el tener que fabricar 150 unidades y no solo cinco podría beneficiar a la reducción de costes en plataformas flotantes”, añade Martínez Lodeiro, señalando que los diseños ya están validados, y lo que falta es volumen de producción.
Además, remarca que los proyectos más grandes tienden a ser más eficientes, no solo en generación, sino también en fabricación, instalación y mantenimiento.
Cuellos de botella normativos: el caso de España y Portugal
España y Portugal, pese a tener un rol clave en el desarrollo eólico europeo, enfrentan retrasos por trabas políticas y regulatorias.
Al respecto, Andrés Álvarez Rial subraya: “Falta todo por desarrollar y hasta que no haya subasta no inician proyectos, ni se desarrolla la operación y el mantenimiento, ni la ingeniería”.
Esta situación genera un estancamiento en el avance de la cadena de valor y pone en riesgo los objetivos propuestos en dicho acuerdo, que advierte que más del 20% de los proyectos actuales en Europa podrían ser cancelados o demorados si no se corrigen las condiciones del entorno.
Además, los expertos coinciden en que es urgente crear un marco normativo claro, con seguridad jurídica y estímulos adecuados.
“Colaborar con gobiernos para crear políticas estables como incentivos fiscales, subsidios y trámites ágiles es clave”, coinciden los expertos, aunque advierten que desde el sector privado ya se ha demostrado todo el interés por invertir y trabajar en ello pero “urge la iniciativa de los gobiernos”.
Optimización constructiva y logística: lecciones desde la experiencia
El sector ha avanzado en procesos constructivos más eficientes, especialmente en grandes astilleros europeos.
“En Navantia adquirimos el conocimiento desde el primer proyecto y ahora que vamos por nuestro cuarto parque, Le Tréport, hemos mejorado todo lo que se podía mejorar dentro del proceso constructivo”, detalla el Director Comercial de Norinver.
La optimización de materiales y gestión de obra, particularmente en instalaciones eléctricas, ha permitido reducir plazos y costos.
A ello se suma el uso de barcos de instalación más eficientes, técnicas de montaje avanzadas y planificación logística, que “minimizan el tiempo de inactividad”, según Martínez Lodeiro.
Sin embargo, otro aspecto crítico es el desarrollo de infraestructuras portuarias adecuadas y redes eléctricas capaces de absorber la nueva generación.
“La capacidad de red es limitada para absorber todo esto y se tiene que hacer un hub de energía con BESS”, afirma Álvarez Rial.
Desde Head Up Services insisten en que la inversión en puertos y nodos eléctricos debe anticiparse, especialmente ante normas como la Directiva 2014/94 y la exigencia de OPS para 2027, que obligarán a que los buques se conecten a la red eléctrica terrestre. “La norma 2030 obliga a los buques a estar conectados a la red y no hay capacidad suficiente”, advierte el ejecutivo.
Además, la falta de subestaciones eléctricas en zonas costeras frena tanto la descarbonización portuaria como la expansión de la eólica marina.
El enfoque, según Head Up Services, debe ser el autoabastecimiento energético mediante sistemas BESS, especialmente en puertos sin conexión a red.
Almacenamiento energético: pieza clave para eficiencia y rentabilidad
“Hay que incorporar el almacenamiento como condición desde la primera subasta. Será una inversión inicial mayor, pero el retorno será rápido, de dos años máximo”, propone Álvarez Rial.
En cifras, tal como comparte el asesor, el CAPEX de incorporar almacenamiento a un parque eólico marino puede subir entre 100 y 1.000 millones de dólares, dependiendo de si se usan baterías de ion-litio o de flujo.
Sin embargo, este incremento permite evitar pérdidas por falta de capacidad en la red y agrega flexibilidad operativa. El ejecutivo es contundente: “Si no hay capacidad en la red, la energía se pierde”.
Además, detalla que las baterías se utilizan para gestionar horas valle y supervalle, optimizando el uso de energía renovable cuando la demanda es más baja.
“La energía no puede costar más de 45 o 50 euros el MWh, sino no sería viable. Habría que hacer un estudio en profundidad, el coste de MW por batería no debe ser mayor a 100 euros”, señala.
Cumplir con la meta de WindEurope de alcanzar 100 GW de eólica marina y reducir el LCOE un 30% hacia 2040 es posible, pero requiere decisiones urgentes. La industria ha avanzado en tecnología, eficiencia constructiva y almacenamiento, pero ahora necesita voluntad política, claridad normativa y apoyo financiero real.
Tal como lo resume la propuesta del sector al Parlamento Europeo: “Necesitamos una alianza entre industria y gobiernos que permita construir a escala y asegurar energía limpia, asequible y segura para Europa”.
0 comentarios