La ofensiva regulatoria del Presidente estadounidense Donald Trump contra la eólica marina ha generado un parón abrupto en uno de los mercados estratégicos para las empresas europeas del sector.
Desde enero de 2025, el Gobierno estadounidense ha congelado la concesión de nuevos arrendamientos y permisos para proyectos offshore, afectando directamente a iniciativas en curso y comprometiendo el desarrollo futuro.
El último caso y más emblemático es el del proyecto Empire Wind 1, liderado por Equinor, el cual, a pesar de contar con todos los permisos necesarios, el Departamento del Interior suspendió su avance por cuestiones legales y ambientales.
“Esta decisión agrava la situación ya que queda expuesto el riesgo incluso los proyectos ya aprobados”, advierte Kiko Maza, CEO de WeMake Consultores y experto en renovables.
Empire Wind 1 no solo simboliza una inversión paralizada, sino que representa un duro golpe para la cadena de suministro europea.
Las cimentaciones tipo monopile y las piezas de transición estaban siendo fabricadas por SIF en Holanda, mientras que las turbinas eran provistas por Vestas desde Europa.
“El mercado USA era uno de los grandes vectores de crecimiento y hasta que se creara una cadena de suministro local, la fabricación iba a ser en Europa”, manifiesta Maza en diálogo con Energía Estratégica España.
Además de Equinor, otras grandes firmas europeas han sido impactadas:
- TotalEnergies decidió pausar el desarrollo de Attentive Energy tras las elecciones de 2024.
- Ørsted ha reportado retrasos y sobrecostos en Sunrise Wind, con pérdidas que ascienden a $1.680 millones.
- RWE recortó €3.000 millones de su presupuesto anual y despidió a 73 empleados en Massachusetts.
Estos impactos no sólo erosionan el avance de la energía eólica marina en EE.UU., sino que debilitan financieramente a varios actores clave en Europa en un contexto que ya es crítico.
Según el informe de WeMake Consultores, GE Vernova continúa muy afectada por su negocio offshore, mientras que Siemens Gamesa es la más alejada de alcanzar la rentabilidad.
Aunque Vestas y Nordex tuvieron cierres de 2024 con cifras positivas, la incertidumbre del mercado norteamericano podría comprometer esta tendencia.
En cuanto a las previsiones para este año, Vestas y Nordex esperan mantener su crecimiento, pero GE y Siemens Gamesa ya anticipan menores ingresos y rentabilidad limitada, según el informe de WeMake basado en resultados de BNEF y WoodMac.
¿La reducción del mercado pone en riesgo el desarrollo del sector en Europa?
Según considera el analista de WeMake “no afecta a los mercados europeos más allá de los problemas que algunos suministradores y developers pueden tener por sus pérdidas en proyectos USA”.
Sin embargo, aclara que estas pérdidas podrían ralentizar futuras inversiones en Europa.
El consultor remarca otro factor clave: el incremento de los costos. La imposibilidad de operar en un mercado global obliga a rediseñar proyectos sobre cadenas locales menos desarrolladas.
“Trabajar en un mercado más pequeño y local encarece todo y hace los proyectos más caros”, afirma.
La combinación de freno regulatorio, pérdidas económicas y presión sobre la cadena de valor amenaza con reconfigurar el rol de Europa en el desarrollo eólico offshore de Estados Unidos, dejando a las compañías del continente con menos margen de acción y retorno.
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