El sector de la energía eólica marina en España sigue avanzando a pasos agigantados, consolidando su posición con una potencia de 23,9 GW en proyectos en desarrollo, de acuerdo con un análisis de Energía Estratégica España.
Esta cifra coloca al país entre los actores más relevantes en el contexto global, no sólo en términos de capacidad instalada, sino también en su apuesta por la tecnología flotante. Esta solución está ganando protagonismo en aguas profundas y, particularmente es donde España tiene un 9% de la cartera mundial en diferentes fases de desarrollo.
En este panorama global, el territorio español destaca con un ambicioso plan para incrementar su presencia en la eólica offshore. Con casi 24 GW en cartera, el país está posicionándose como uno de los líderes en Europa, impulsado por proyectos clave de promotores como Capital Energy con 3.588 MW distribuidos en 10 proyectos, Grupo Cobra con 3.199,6 MW repartidos en 9 iniciativas y Abei Energy contribuyendo con 2.934,8 MW a través de 7 proyectos.
Mientras tanto, Ferrovial se suma a la carrera con 2.715 MW en 6 proyectos, el consorcio Iberblue Wind, con una capacidad de 2.532 MW en 3 propuestas, y la alianza entre BlueFloat y Sener, que suma 2.440 MW a través de 4 iniciativas.
Asimismo, Iberdrola, uno de los gigantes de las energías renovables en el país, aporta 1.763 MW en 4 proyectos, reafirmando su liderazgo en el sector. A estas se suman otras empresas como Qair Energy (1.010 MW), Magtel (852 MW) e Invenergy Renewables (552 MW), que contribuyen significativamente a la transformación del modelo energético en España.
Además, compañías como Repsol (525 MW), RWE Renewables (260 MW) y Acciona Energía (210 MW) están demostrando su creciente interés en la eólica marina, una tecnología clave para alcanzar los objetivos de descarbonización y sostenibilidad del país.
Estas cifras ponen de relieve la importancia de la inversión española en esta tecnología innovadora que permite explotar áreas marinas más profundas, donde los aerogeneradores tradicionales no pueden ser instalados.
La expansión de la energía eólica flotante no solo permitirá a España contribuir de manera significativa a los objetivos globales de reducción de emisiones, sino que también presenta una oportunidad para el desarrollo económico y la creación de empleo en el país. La colaboración con la industria, la investigación y el gobierno será crucial para mantener el ritmo de crecimiento y lograr economías de escala que hagan más competitivos los costos de la tecnología flotante.
En el contexto europeo, donde se concentra el 62% de la capacidad flotante mundial, España compite de cerca con países como el Reino Unido, que posee un 12% de la cartera global, y con Italia, que lidera con el 16%.
Efectivamente, España no solo se está posicionando como uno de los países con mayor capacidad eólica marina, sino que también está marcando una ruta clara hacia el aprovechamiento de la eólica flotante, una tecnología que será clave en la transformación del sector energético global en las próximas décadas.
A nivel global, la energía eólica marina flotante ha experimentado un crecimiento notable en el último año. Según el último informe de RenewableUK, la cartera mundial de proyectos flotantes ha alcanzado los 266 gigavatios (GW), lo que supone un aumento del 9% respecto al año anterior, con 31 proyectos adicionales, elevando el total de iniciativas de 285 a 316.
Aunque la mayoría de la capacidad flotante instalada se encuentra todavía en fases tempranas de desarrollo, con 245 MW operativos en 15 proyectos repartidos en siete países, la expansión es innegable.
Noruega lidera en capacidad instalada flotante con 94 MW, seguida del Reino Unido (78 MW), China (40 MW) y Portugal (25 MW). En cuanto a proyectos en construcción, el informe indica que hay 102 MW en desarrollo activo, y una capacidad considerable en fase de preconstrucción y planificación.
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