El avance del autoconsumo en España ha sido significativo en los últimos años, con un crecimiento acelerado que ha posicionado al país en una situación favorable dentro del proceso de electrificación. 

El autoconsumo en 2023 disminuyó su crecimiento respecto al 2022 en un 28%, pero aumentó un 66% comparado con el 2021, esto es una consecuencia de que el sector ha madurado y el crecimiento se ha estabilizado. 

Las cifras de 2024 están programadas para publicarse a mediados de febrero y Jon Macías Santiago, Presidente de Autoconsumo de APPA Renovables, asegura que será similar al del año anterior, ya que el sector ha alcanzado cifras sostenibles y se encuentra en una etapa de consolidación. 

“Vamos a llegar bien al objetivo de 19 GW propuestos en el PNIEC”, indica en diálogo con Strategic Energy Europe.  

El potencial del autoconsumo en el proceso de electrificación

El reciente informe de APPA Renovables y NTT Data enfatiza la persistente dependencia de fuentes fósiles en sectores clave como el industrial y el residencial. 

Para Macías Santiago, esto supone una oportunidad única para el autoconsumo, ya que muchas industrias, hoteles y hogares pueden sustituir sus calderas por soluciones más sostenibles como la aerotermia y la solar térmica.

“Quitar toda la energía fósil es muy difícil, pero hay procesos donde la descarbonización es relativamente sencilla”, explica, señalando que el biogás también jugará un papel complementario en sectores específicos.

En este sentido, la generación distribuida y el agregado de demanda serán clave. 

“A partir de marzo entrará en vigor un sistema con precios cada 15 minutos, en lugar de uno por hora, lo que generará oportunidades para optimizar el autoconsumo y aprovechar momentos de menor precio”, sostiene el directivo.

Incentivos y el futuro del autoconsumo

Una de las claves del crecimiento del sector es la existencia de incentivos eficaces que permitan mejorar la adopción del autoconsumo y la electrificación del parque residencial e industrial. 

A pesar de esto, Macías Santiago considera que el sistema actual es suficiente, especialmente con la implementación del Certificado de Ahorro Energético (CAE), que ha reducido los tiempos de retorno de la inversión en tecnologías como la aerotermia.

“Si el Gobierno quiere impulsar más el sector, debería centrarse en incentivos fiscales para almacenamiento y aerotermia en lugar de subvenciones directas”, opina.

Asimismo, el autoconsumo compartido y las comunidades energéticas representan una alternativa prometedora para descentralizar la generación eléctrica y optimizar el consumo en entornos urbanos y rurales, por lo que desde APPA entienden que “son soluciones con gran potencial y las políticas deberían centrarse en su desarrollo”.

Impacto en la industria y los costos energéticos

Uno de los principales desafíos de la electrificación en España es la diferencia de precios energéticos en comparación con otros países europeos. 

Según el informe, aunque España cuenta con uno de los costos de generación renovable más bajos de Europa (43,85 €/MWh en solar y 31,30 €/MWh en eólica), el precio final para los consumidores sigue siendo elevado debido a los peajes e impuestos.

Para Macías Santiago, la solución pasa por atraer más demanda industrial para equilibrar el sistema.

Los centros de datos aparecen como una gran oportunidad para atraer consumo electrointensivo a España, por lo que el referente comenta: “Tenemos sol, viento y una infraestructura en crecimiento. Si logramos traer más industrias de este tipo, podríamos generar empleo de calidad y mejorar el equilibrio del sistema”. 

El reto del almacenamiento 

El almacenamiento energético es otro de los pilares clave para la consolidación del autoconsumo en España. 

Aunque aún existen barreras de costos, el Presidente del área especializada en este tema de APPA Renovables señala que los precios de las baterías han disminuido un 25% anual en los últimos años y seguirán bajando.

“En 2015, el costo de las baterías estaba en 300 dólares por kWh, en 2018 bajó a 100 y hoy ronda los 50. Es muy probable que en 2025 llegue a 30 dólares, lo que haría que la inversión sea más atractiva”, subraya.

Por ello, insiste en que se deben establecer incentivos temporales para acelerar la adopción del almacenamiento hasta que la tecnología sea completamente competitiva sin necesidad de ayudas.

Para Macías Santiago, el futuro de la electrificación en España depende de una estrategia coordinada que equilibre oferta y demanda y concluye: “No basta con generar energía renovable, hay que asegurarse de que haya consumidores que la aprovechen”.