Paloma Martinez Ramos es ingeniera superior de minas, especializada en recursos energéticos combustibles y explosivos, por la Universidad Politécnica de Madrid.  

Comenzó su carrera profesional en Gasnam, asociación ibérica para el transporte sostenible, y en la plataforma tecnológica Neutral Transport donde desarrolló sus funciones de ingeniería en el departamento técnico participando en proyectos financiados por entidades públicas y privadas relacionados con gases renovables e hidrógeno verde.  

En entrevista con Energía Estratégica, sostiene que España es uno de los países que está marcando el ritmo de crecimiento del hidrógeno en Europa y comenta las necesidades en infraestructura para hacer aún más competitivo este vector. 

¿Cuál es la actualidad del hidrógeno renovable en España?

El hidrógeno ha ganado posiciones en los dos últimos años en España como vector clave para la transición energética y la descarbonización, gracias a su situación geográfica privilegiada y su potencial en energías renovables, pudiendo llegar a ser uno de los mayores productores y exportadores de hidrógeno verde.

La cantidad y la calidad de los recursos renovables le otorgan a España una ventaja competitiva en el incipiente desarrollo del hidrógeno renovable, que le permitirán convertirse en un hub internacional de la tecnología.

Además, España empieza a posicionarse claramente como un gran productor, en el que uno de cada cinco proyectos relacionados con el hidrógeno a nivel mundial se ubica en nuestro país, muestra de ello están siendo iniciativas como los valles o clústers del hidrógeno, que empiezan a ser una realidad en España.

¿Serán necesarias nuevas infraestructuras para incorporar el hidrógeno en distintos sectores?

La creación de nuevas infraestructuras dedicadas o la modificación de las actuales es uno de los retos más inmediatos y significativos a los que se enfrenta Europa. Incluso donde la infraestructura existente se puede reutilizar, todavía habrá problemas por resolver.

En el ámbito del transporte, actualmente no existen infraestructuras dedicadas tales como hidroductos, sino que se están utilizando infraestructuras gasistas para poder llevarlo a cabo. En este aspecto, el papel de las redes de gas actuales podría ser realmente importante para impulsar el despliegue del hidrógeno en nuestro país.

En el ámbito de la movilidad, y tal como establece la Hoja de Ruta del Hidrógeno en España, se plantea una red de al menos 100-150 hidrogeneras de acceso público, así como la adaptación de al menos dos vías no electrificadas para trenes propulsados con hidrógeno. Todas estas medidas suponen un desarrollo de infraestructuras en España sin precedentes, que jugarán un papel crítico en el crecimiento de esta tecnología.

¿Qué papel puede jugar España a nivel europeo y mundial en el hidrógeno?

España es uno de los países que está marcando el ritmo de crecimiento del hidrógeno en Europa, nuestro país apuesta por esta tecnología de futuro que puede traer consigo grandes beneficios, un gran desarrollo tecnológico y la creación de un gran número de puestos de trabajo.

El desarrollo del hidrógeno como vector energético no es solo una oportunidad para crear un nuevo mercado como exportadores, sino que será un elemento clave para la descarbonización y modernización de la actual industria española, creando un tejido productivo especializado en toda la cadena de valor.

Además, en los últimos años el interés por el hidrógeno en España está creciendo de manera exponencial y ya no sólo en la industria, si no entre la población en general. Un interés más que justificado debido al gran potencial de esta tecnología para caminar hacia la descarbonización de nuestra economía.

¿Será España competitivo frente a los demás países de la UE en términos de producción de H2?

España es uno de los países que hoy en día está en el top of mine de los grandes compradores de hidrógeno verde en el mundo.

Tiene una gran oportunidad por delante, cuenta con una situación geográfica y condiciones climáticas únicas para situarse como el país con mayor potencial de producción de hidrógeno de todo Europa, estimándose una capacidad de producción de hidrógeno en torno a los 1.750 TWh/año, pudiendo alcanzar el liderazgo tecnológico en la producción y exportación de hidrógeno renovable

Tenemos todos los ingredientes para que las previsiones se vuelvan realidad, una Hoja de Ruta, una estrategia, ambiciosos objetivos y empresas que tienen la voluntad de dar un paso al frente y hacer frente a los retos que esta nueva tecnología supone.

¿Qué tan probable es que se puedan utilizar los actuales gasoductos para transportar hidrógeno en el futuro?

Los actuales gasoductos tendrán un papel clave para la descarbonización y el transporte de hidrógeno en la próxima década. El European Hydrogen Backbone pone de manifiesto esta necesidad si se quieren cumplir los objetivos de neutralidad para 2030, planteando cinco corredores de gasoductos a gran escala que permitirán el transporte de grandes volúmenes de hidrógeno a bajo coste hasta los centros de demanda. Se espera que en 2040 las tres cuartas partes del hidrógeno que se produzca circulen por redes existentes y el resto por redes creadas exprofeso.

Además, el transporte de hidrógeno a través de gasoductos supone una solución económica para conectar zonas donde hay exceso de oferta de hidrógeno con aquellas donde la demanda es mayor, especialmente en los casos en los que se aprovecha la infraestructura gasista existente.

¿Cuánto cree que falte para que el hidrógeno pueda ser competitivo a nivel precio con otras tecnologías?

Uno de los verdaderos retos que entraña este nuevo vector energético es poder producirlo de forma competitiva. La realidad es que, hoy en día, sigue siendo una tecnología cara, hecho que afecta a la competitividad del hidrógeno verde frente a otras fuentes de energía. 

No obstante, la Agencia Internacional de la Energía pronostica que, gracias a las economías de escala, la disminución del coste de las renovables y la innovación, entre otros factores, reducirá el coste del hidrógeno verde para 2030  hasta llegar a los 1,3 dólares/kg H2, este coste viene determinado, entre otros factores por el precio de la electricidad renovable, el precio del electrolizador, así como la eficiencia y la vida útil del mismo.

En este sentido, es importante la progresiva puesta en marcha de proyectos, programas de ayudas y financiación, para el desarrollo de tecnologías a gran escala que permitan desarrollar la cadena de valor del hidrógeno y reducir así su coste de producción.

España cuenta con 1555 millones de fondos para impulsar el hidrógeno verde y ha lanzado dos convocatorias por 400 millones, esta semana la CE aprobó fondos por €5.200 millones para la cadena de valor del hidrógeno ¿Cómo ve las intervenciones del Gobierno, en torno a subvenciones y líneas de ayuda? ¿Cree que falta algo más? 

El apoyo público es esencial para estimular las inversiones de los diferentes actores del mercado del hidrógeno, sobre todo en las primeras etapas de desarrollo de estos nuevos vectores energéticos, permitiendo un desarrollo tecnológico que nos permita ser competitivos.

Las últimas noticias sobre movilización de fondos europeos son muy positivas, recientemente hemos conocido la creación de un “Banco Europeo de Hidrógeno” con el que se invertirán 3.000 millones de euros en los próximos años para acelerar el desarrollo de esta tecnología. 

Cabe destacar, que para que estos fondos tengan el mayor impacto posible dentro de la cadena de valor del hidrógeno y puedan materializarse en inversiones reales, es necesario que los gobiernos impulsen la creación de un marco regulatorio seguro y atractivo que brinde una seguridad jurídica a las empresas que quieran poner en marcha proyectos en nuestro país.