La apuesta por las renovables es una necesidad climática y económica para los países de la Unión Europea. La invasión de Rusia a Ucrania y la constante amenaza de corte de suministro de gas provoca que sea indispensable acelerar las instalaciones de energía renovable para alcanzar la independencia del recurso ruso. 

Los planes de financiamiento hacia la industria de las diferentes tecnologías provocó una vorágine casi imparable de proyectos. Esto significó un inconveniente no solo para los encargados de procesar las tramitaciones, sino para los habitantes que viven en los territorios y desconocen aún los detalles de estas nuevas formas de generación de energía. 

Sobre todo en las Comunidades Autónomas del norte de España, las infraestructuras de renovables causaron apatía en la población lo que genera constantes manifestaciones y frenos en los avances hacia los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). 

Por ejemplo, los parques eólicos tienen un impacto preocupante en cuanto a la convivencia con la fauna de los ecosistemas y las centrales solares consumen mucho terreno. 

No obstante, implican importantes beneficios para las economías y pasos fundamentales en el camino hacia la descarbonización total hacia 2050. 

El 2023 será el año donde más de 900 proyectos obtendrán el visto bueno para comenzar su construcción en distintos espacios. Por el momento, esperan la aprobación de evaluación ambiental que emite el MITECO. 

Para lograr un balance entre los objetivos de independencia energética y conservar el ambiente, los expertos del ministerio han elaborado una herramienta de zonificación que facilita el trabajo de las administraciones. 

De esta manera se aceleraron los procesos de evaluación ya que se determinaron zonas de sensibilización mínima, media y máxima para los diferentes proyectos, evitando que los promotores elijan ubicarse en estas últimas para lograr un permiso más rápidamente. 

Asimismo, las diferentes comunidades autónomas han desarrollado sus propios métodos para agilizar las evaluaciones de impacto ambiental. 

En el caso de Extremadura, Cosme Segador, Director de la Agencia Extremeña de la Energía de la Junta de Extremadura, explica que conformaron un equipo exclusivo en la Dirección de Industrias y Ambiente que se ocupe de esta tarea. 

“Esto permitió acelerar los plazos de 1 año a 6 meses”, aclaró el funcionario y destacó que esto dio lugar a que, en la actualidad, exista gran cantidad de proyectos a instalarse en esta región. 

Las ventajas que aportarán a los habitantes según Segador son contundentes. Esperan que el PIB aumente más de un 20%, que significan 4000 millones de euros. 

Solo en Extremadura se movilizarán más de 17 mil millones de euros en inversiones, se producirán más de 80 mil empleos durante la construcción, que representan el 25% del empleo que existe hoy. 

Además, las renovables implican la recaudación de más de mil millones de euros en impuestos para cada ayuntamiento. 

Biomasa en Málaga

Otro de los ejemplos de un mejor impacto en el ambiente es el caso de la apuesta por la biomasa en la provincia de Málaga. 

Aquí, los bosques son parte fundamental de la comunidad. El año pasado se determinó como Parque Nacional, la zona de las Sierras de las Nieves. 

En este lugar se inició una prueba piloto donde se pretende emplear a malagueños para la recolección de masa forestal para producir biomasa y generar la energía necesaria para abastecer las calderas de todos los edificios públicos. 

Un tercio de la provincia de Málaga es de masa forestal. Gracias a esta iniciativa, se limpiarán sus bosques y se podrán prevenir grandes incendios.

El Presidente de la Diputación de la provincia sureña, Francisco Salado, aseguró que pretenden expandir el plan en municipios de menos de 5000 habitantes y atraerán considerables beneficios productivos, además de aumentar la eficiencia energética en instituciones públicas.