VISÍTANOS en LATINOAMERICA
inversion
noviembre 18, 2024
Entrevista. La falta de previsión en la inversión pública: un obstáculo para la transición energética en Países Bajos
El Chairman de NedZero, Jan Vos, señala que la inversión insuficiente en la red eléctrica de Países Bajos es un obstáculo clave para el avance de las energías renovables. Debido a los esfuerzos regulatorios para mantener bajos los precios, las instituciones públicas subestimaron la velocidad de cambio necesaria para la transición energética.

La transición energética en los Países Bajos enfrenta un obstáculo crítico: la falta de poder innovador y agilidad para poder cambiar a una infraestructura eléctrica y atraer inversiones. Jan Vos, Chairman de NedZero, apunta que esta situación tiene su origen en una planificación insuficiente de las instituciones públicas

Jan Vos, Chairman de NedZero.

Jan Vos, Chairman de NedZero.

«En Países Bajos, las empresas de la red son públicas; los precios han sido regulados por la autoridad ACM para mantenerlos bajos, pero esto llevó a que se subestimara el auge de las renovables y la velocidad de cambio necesario para adaptarse”, explica Vos. Según el ejecutivo, esta decisión de mantener precios reducidos impactó la capacidad de respuesta ante el crecimiento acelerado de la energía eólica y solar en el país.

Vos añade que esta tendencia de subestimar el cambio no es exclusiva de Países Bajos, sino un desafío común entre las instituciones establecidas en la transición energética. “Las instituciones, especialmente en la transición energética, tienden a subestimar el cambio y su rapidez, y esto afecta particularmente a la red eléctrica de todo el país”, apunta el Chairman de NedZero. 

A lo largo de los últimos años, la expansión del parque eólico y solar en Países Bajos ha alcanzado un 56% de generación de electricidad a partir de fuentes renovables, comparado con un modesto 11% en 2017. Sin embargo, la red nacional ha mostrado un rezago significativo en su capacidad de adaptación, en particular para conectar las grandes inversiones en energía offshore.

growatt

Esta limitación histórica en las inversiones afecta directamente a los operadores de redes de transmisión (TSOs) en Países Bajos, quienes no anticiparon el ritmo acelerado de transformación hacia energías limpias

“Las instituciones estatales, especialmente los TSOs, no previeron la velocidad de cambio, y eso significa un retraso en la adaptación de la red para incorporar fuentes de energía intermitentes”, señala Vos. En su perspectiva, las estructuras de planeación de la red, pensadas para grandes plantas de energía, no están preparadas para la integración de fuentes variables de generación, como la eólica y la solar.

Desafíos hacia la descarbonización total para 2030

Además de la necesidad urgente de modernización de la infraestructura, Vos destaca que uno de los mayores desafíos para alcanzar una descarbonización completa del sistema eléctrico para 2030 es resolver la intermitencia de las energías renovables

Vos menciona que “La última porción del 15% hacia la descarbonización completa es la más difícil, debido a los períodos de baja generación eólica y solar”,, aludiendo al fenómeno conocido como dunkelflaute, donde la producción renovable disminuye significativamente. Estos períodos representan un desafío de balance y suministro que Países Bajos y otros países europeos deben enfrentar con estrategias de almacenamiento y respaldo energético.

Para enfrentar esta intermitencia, Vos señala la importancia de fortalecer las interconexiones con otros países, como España, el Reino Unido y Francia, permitiendo la importación de energía solar y nuclear en momentos de baja generación nacional. “La interconexión es clave; estamos estableciendo el LionLink, un interconector con el Reino Unido, pero se necesitan más conexiones para lograr estabilidad en el suministro”, sostiene. Además, enfatiza que los diferentes husos horarios entre los países europeos ofrecen oportunidades para importar energía durante horarios de alta demanda.

Otra solución en el corto plazo, indica Vos, es la implementación de sistemas de almacenamiento energético. “Las baterías están disminuyendo rápidamente en precio y pueden ser cruciales para equilibrar la carga en periodos de 24 a 48 horas”, explica, agregando que para soluciones de almacenamiento a mayor escala se necesitarán tecnologías como el hidrógeno y el gas natural con captura de carbono (CCS). Países Bajos requiere entre 21 y 25 gigavatios de capacidad de generación, una meta que será difícil de alcanzar sin el respaldo de fuentes de almacenamiento para cubrir la demanda en los periodos de baja producción renovable.

Vos también hace hincapié en que la transición no solo implica adaptarse a las renovables sino a una red completamente eléctrica en la mayoría de las áreas económicas. “Todo será electrificado. Usaremos hidrógeno, nuclear y otras fuentes de energía, pero la electricidad será la base dominante y necesitaremos redes muy fuertes en las próximas décadas”, afirma, sugiriendo que la infraestructura debe sobredimensionarse para soportar el futuro crecimiento de la demanda eléctrica.

La necesidad de una estrategia de inversión a largo plazo

Para Vos, la transición energética en Países Bajos y en Europa en general necesita una estrategia de inversión que considere la sostenibilidad económica y la justicia social. Propone que el gobierno asuma parte de los costos de inversión de la red, en lugar de trasladarlos directamente a los consumidores y empresas. “Durante una transición se requiere invertir más de lo habitual, y el gobierno debería asumir parte de esa carga financiera en lugar de que recaiga sobre los ciudadanos”, sugiere Vos, quien destaca que la duración de vida de estas inversiones se extiende por 100 años, lo cual permite una amortización gradual.

En términos de justicia económica, Vos considera crucial que los ciudadanos con menos recursos no paguen un precio desproporcionado en la factura energética. “Los precios de electricidad deben ser justos. Debemos evitar la pobreza energética y asegurarnos de que todos paguen en función de su capacidad”, señala, destacando la importancia de prevenir la exclusión de los sectores vulnerables en el proceso de transición. Además, sugiere que los planes de amortización de estas inversiones deberían ampliarse a 100 años, ya que muchas de las infraestructuras actuales tienen décadas de antigüedad y siguen siendo operativas.

Por último, el Chairman de NedZero hace un llamado a la electrificación de los procesos industriales como el camino más eficiente para la descarbonización. Aunque muchas industrias aún dependen de combustibles fósiles, Vos destaca que “la electricidad será la base dominante en los próximos años y es crucial electrificar los procesos industriales para evitar costos a largo plazo con alternativas más caras como el hidrógeno”

En su opinión, acelerar la transición hacia la electrificación es una cuestión de urgencia para enfrentar los desafíos energéticos en el contexto actual de cambio climático y riesgos geopolíticos. La tecnología para la electrificación directa de los procesos térmicos industriales ya está disponible y puede cubrir el 70% de la demanda energética

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *