Aragón se encuentra en una encrucijada en su camino hacia la consolidación como líder en energías renovables en España. Si bien los empresarios fotovoltaicos enfrentan desafíos, como el impuesto medioambiental y la polémica en torno a la fotovoltaica flotante, la región sigue siendo un referente en la transición energética.

Días atrás la Comarca del Bajo Aragón y autoridades del Gobierno se han manifestado en contra del RD que regula la FV flotante en embalses publicado por el MITECO. 

En esta línea se indicó que sacarán una norma para frenar este desarrollo en toda la comunidad autónoma, justificando que esta tecnología podría alterar significativamente los ecosistemas acuáticos y comprometer la calidad del agua.

En este marco, UNEF compartió un documento con argumentaciones que aseguran que existen aplicaciones de alto valor ecológico, como en los embalses de Huesca.

César Gimeno, delegado de la Unión Española Fotovoltaica, señala que esta polémica se debe en gran medida a la desinformación y al desconocimiento sobre su impacto real. 

“Existe la creencia de que la fotovoltaica flotante va a atentar contra los peces o va a cambiar el hábitat, pero ya se sabe que no es así por otras instalaciones que hay en otros países”, explica en diálogo con Energía Estratégica España.

Entre los principales argumentos a favor, se destaca la capacidad de esta tecnología para mitigar la evaporación en embalses, lo que es especialmente relevante en regiones propensas a la sequía, como Aragón. La reducción de la evaporación es un aspecto crítico en la gestión hídrica, contribuyendo a la conservación de un recurso vital en condiciones de escasez.

Además, la fotovoltaica flotante aprovecha el efecto refrigerante del agua, lo que incrementa la eficiencia energética de los módulos solares al mantener una temperatura operativa más baja. Este factor no solo optimiza la producción de energía, sino que también prolonga la vida útil de los paneles.

Otro beneficio técnico es la capacidad de estas instalaciones para reducir la proliferación de algas, lo que tiene un impacto positivo en la calidad del agua y en la gestión ambiental de los embalses. 

La ocupación de superficies acuáticas, en lugar de terrenos agrícolas o naturales, permite una utilización más eficiente del espacio disponible, promoviendo un desarrollo sostenible sin afectar negativamente otros usos del suelo.

A pesar de las resistencias iniciales, Gimeno confía en que, con el tiempo, la tecnología demostrará su viabilidad y beneficios, tal como sucedió con la terrestre en sus inicios. 

Retos empresariales

El año 2024 comenzó con un clima de tensión para los empresarios fotovoltaicos en Aragón, principalmente debido a la implementación de un nuevo impuesto medioambiental. 

Este tributo, introducido por el gobierno aragonés, ha generado preocupación en el sector por su posible impacto negativo en la competitividad de la región en comparación con otras comunidades autónomas que no cuentan con un impuesto similar.

Según Gimeno, la redacción inicial del impuesto fue recibida con nerviosismo entre los empresarios, ya que se temía que podría obstaculizar el desarrollo de nuevos proyectos y desalentar la inversión. 

Sin embargo, gracias a un esfuerzo conjunto entre UNEF y otras asociaciones, se logró entablar un diálogo constructivo con el gobierno regional.

“Hemos conseguido aligerar lo que es el impuesto y, de alguna manera, ordenarlo y darle sentido”, comenta el referente, logrando la reducción de su carga para proyectos de autoconsumo y plantas pequeñas, aunque sigue siendo un tema delicado para el sector.

A pesar de estos desafíos, la comunidad empresarial en Aragón se mantiene optimista. Gimeno destaca que Aragón es un líder indiscutible en el ámbito de las energías renovables en España, produciendo el 13,5 % de la potencia renovable del país. 

La región ha avanzado significativamente en la transición energética, con el 82 % de su energía ya proveniente de fuentes renovables. Este liderazgo se refleja en la capacidad instalada, con cerca de 10 GW en funcionamiento, principalmente de energía eólica, y una creciente participación de la fotovoltaica, que ya alcanza los 2.500 MW.

El futuro también parece prometedor, con 10.703,71 MW de proyectos renovables aprobados por el gobierno central: 47,6 MW en baterías, 8.111  MW eólicos y 2.545,11 MW solares.

Además, esta abundante disponibilidad de energía renovable ha atraído a gigantes tecnológicos como Microsoft, Amazon y Meta, que han anunciado inversiones multimillonarias en centros de datos en la región, impulsadas por la disponibilidad de energía limpia y barata.

“Esto podría multiplicar la demanda de Aragón por 7, en los próximos años, si estos proyectos se concretan”, afirma Gimeno, por lo que resalta la importancia de la labor informativa y educativa de los empresarios para desmentir mitos y aclarar las dudas en torno a la fotovoltaica flotante. 

Esta labor de divulgación es crucial para ganar el apoyo tanto de las autoridades como de la sociedad, especialmente en zonas donde la resistencia es más fuerte debido a preocupaciones ambientales y turísticas.