Endesa cierra la última central de carbón activa en Galicia y atrás quedan años de toneladas de emisiones del sector energético para esta comunidad. La cifras que deja muestran: 280.000 horas de funcionamiento por cada uno de los cuatro grupos con los que cuenta la factoría, y un total de 350.000 GW/h, con una media de 7.500 al año.
Con un futuro prometedor en renovables, el mix gallego se tiñe de verde y se prepara para los nuevos desafíos.
Pablo Fernández Vila, Director General de Planificación Energética y Recursos Naturales de la Xunta de Galicia, indica a Energía Estratégica España que esto manifiesta la necesidad de una transición justa.
Además, declara: «Está claro que ante el cierre de la central necesitamos ahora, más que nunca, que el proceso de transición energética sea planificado y ordenado, eliminando la improvisación, y especialmente con certezas y garantías para una reindustrialización y reconversión de las zonas efectivas, y que el personal trabajador de la central térmica, de la industria auxiliar o del sector transporte no se vean perjudicados».
La eléctrica invirtió alrededor de 50 millones en el desmantelamiento de la planta As Pontes como parte del plan Futur-e, que planea el cierre paulatino de todas sus centrales de carbón, inicialmente previsto para el 2030, aunque podría adelantarse para 2027.
Para la central de A Coruña, Endesa ha llegado a un acuerdo con la compañía china Sentury Tire, para la construcción de una planta de fabricación de neumáticos, que contará con una inversión de casi 430 millones de euros.
Actualmente, unos 60 empleados de la plantilla directa se encargaban de la operación de la central, aunque también trabajan entre 60 y 80 personas de las compañías auxiliares.
Desde la empresa se está realizando una reubicación paulatina de todos los trabajadores, principalmente en puestos renovables.
El Gerente del Clúster de Energías Renovables de Galicia (Cluergal), Oriol Sarmiento Diez, comenta que “el futuro pasa inexorablemente por las energías renovables y las oportunidades en la comunidad deben darse en toda la cadena de valor: fabricantes, empresas de servicios, ingenierías”.
En diálogo con Energía Estratégica España, el ejecutivo explica que, más allá del sector eólico terrestre, se están desarrollando los primeros proyectos relacionados con el hidrógeno verde y se sigue fortaleciendo la cadena de suministro de la eólica offshore de cara a la enorme cantidad de proyectos que se prevén en toda Europa.
Cabe destacar que en aguas gallegas se encuentran 12 de los 50 proyectos ingresados en tramitación ambiental de eólica marina. Estos representan una potencia a instalar de 7.283 MW de los 19,4 GW en total.
Es la comunidad autónoma que más MW acumula en esta tecnología, seguido de Andalucía, con 5.110 MW y Cataluña, con 3.785 MW.
Asimismo, Sarmiento afirma que el autoconsumo fotovoltaico ha experimentado un enorme desarrollo durante los últimos años.
Además, otras tecnologías como la hidráulica, biomasa, biogás, geotermia, energías marinas, también están observando un impulso importante en la industria.
Desafíos que quedan por superar
Uno de los principales retos a los que se enfrenta Galicia en esta transición energética es el freno judicial que sufren varios proyectos de parques eólicos terrestres.
En este sentido, el gerente de Cluergal asegura: “Estamos pendientes de que se estimen los recursos para que no se bloqueen los proyectos que suman 2 GW ya autorizados administrativamente”.
Por otra parte, Sarmiento señala que será necesario acelerar la subasta de eólica marina si se quiere cumplir con los objetivos a finales de década y refiere a la falta que hacen los 22 GW de almacenamiento previstos en el PNIEC.
“Es indispensable el almacenamiento energético a gran escala, como son las centrales hidroeléctricas reversibles, para dar soporte al sistema o reconsiderar la planificación eléctrica para que pueda ser evacuada toda la generación renovable esperada”, concluye el referente gallego.
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