GRS, parte del Grupo Gransolar, es una empresa multinacional especializada en la industria fotovoltaica. Sus actividades se centran en contratos EPC de plantas de gran tamaño, operación y mantenimiento de centrales solares, desarrollo de proyectos desde cero hasta el “ready to built’, autoconsumo y almacenamiento de energía.
Su Director de Operaciones, Jordi Vega destaca que el 2022 fue “el mejor año de nuestra historia” a nivel económico.
Una de las razones de este crecimiento -explica- es que han logrado consolidarse en mercados como el australiano, y expandido a otros como el chileno o el británico.
Y para el 2023 esperan un nuevo salto, el directivo confía: “A priori, son muy buenas las expectativas puesto que tenemos la idea de duplicar la facturación del año 2022, que como comentaba, ya fue todo un éxito”.
“También contamos con poder reabrir un mercado como el de Estados Unidos, donde tenemos depositadas muchas esperanzas de cara al medio y largo plazo. Ahora mismo estamos comenzando un nuevo proyecto en West Virginia”, remarca el ejecutivo.
En una entrevista para Energía Estratégica España, Vega brinda mayores precisiones sobre el mercado y las expectativas de GRS.
¿Qué balance hacen de su 2022?
A nivel económico ha sido el mejor año de nuestra historia, ya que nos hemos consolidado en mercados tan complicados como el australiano y hemos abierto nuevos frentes en países tan diversos como Reino Unido o Chile.
Nuestro siguiente gran reto es consolidar el equipo humano que tenemos e incorporar a más personas que quieran ayudarnos a seguir creciendo a nivel global.
¿Qué expectativas tienen para el 2023? Teniendo en cuenta que puede ser un año de grandes cambios normativos
Las expectativas, a priori, son muy buenas puesto que tenemos la idea de duplicar la facturación del año 2022 que como comentaba ya fue todo un éxito.
También contamos con poder reabrir un mercado como el de Estados Unidos, donde tenemos depositadas muchas esperanzas de cara al medio y largo plazo. Ahora mismo estamos comenzando un nuevo proyecto en West Virginia.
¿Cuáles son los principales obstáculos que encuentran para la construcción de proyectos en España?
Ahora mismo tenemos varios frentes. Por una parte, la falta de recursos. Es tal la cantidad de proyectos, que nos cuesta encontrar personal con la preparación suficiente para poder acometer más proyectos con garantías.
Hay, además, una falta de suministros: La demanda es tan alta que varios fabricantes tienen vendido su material con casi un año de antelación.
El mercado se tiene que dimensionar para esta demanda tan alta a nivel global y esto es un proceso que dura meses, e incluso años en algunos casos. Y, por último, las tramitaciones:
El volumen de proyectos es tan alto, que las administraciones públicas no están dimensionadas a día de hoy para dar respuesta en tiempo a todo el volumen que se les viene encima.
Por nuestra parte, entendemos que tendrían que estudiarse vías diferentes, o digitalizar más los procesos para poder avanzar en este frente. Por parte de la industria, no van a faltar recursos para ayudar en todo lo posible a todos los organismos involucrados.
¿Qué opinión les merece la tramitación express que tuvo lugar en España en los últimos meses?
Estamos en un momento crucial, tanto para las autoridades pertinentes como para todas las empresas por el precio de la energía, la transición energética, etc, tanto promotoras como constructoras que estamos invirtiendo cantidades ingentes de dinero en este mercado.
La tramitación exprés fue un esfuerzo por parte de las autoridades para que una gran mayoría de todas estas inversiones no acabaran en saco roto con las fuertes repercusiones que esto tendría, a corto y medio plazo.
Quizás no fue la mejor manera de llevarlo a cabo, pero reconozco que llegados a este punto pocas alternativas se tenían.
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