El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de Italia prevé alcanzar una potencia instalada de fuentes de energías renovables (FER) de 131 GW al 2030, de los cuales se esperan que 80 GW sean de energía solar fotovoltaica, 28 GW de eólica, 19 GW de hidráulica, 3 GW de bioenergías y 1 GW de fuentes geotérmicas.

La versión definitiva fue enviada el pasado 3 de julio del corriente año por el Ministero dell´Ambiente e della Sicurezza Energetica de Italia (MASE). 

Desde Elettricita Futura señalan que el PNIEC no traza el camino que Italia debería seguir hacia los objetivos de la transición energética, y que con el ritmo actual de instalación será difícil llegar a las cifras.

“Para alcanzar el objetivo del PNIEC, es necesario instalar 73 nuevos GW antes de 2030, lo que significa instalar aproximadamente 10 GW al año. Con el ritmo actual de instalaciones, para 2030 conseguiríamos menos de la mitad del objetivo del PNIEC: a este ritmo, se necesitarían más de 20 años para alcanzar el objetivo de +73 GW”, asegura Agostino Re Rebaudengo, Presidente de Elettricità Futura, en diálogo con Energía Estratégica España. 

En esa línea remarca que en 2023 se instalaron 6 nuevos GW renovables en Italia, mientras que en España se sumaron 11 GW de potencia y en Alemania 17 GW. 

El presidente de Elettricità Futura manifiesta que “falta coherencia” entre los objetivos y las decisiones políticas ya que las disposiciones van en dirección opuesta a la consecución de los objetivos del PNIEC.

La asociación elaboró el Plan Eléctrico 2030 que prevé 145 GW de capacidad renovable instalada mediante la realización de instalaciones a gran escala, para alcanzar el objetivo del 84% de renovables en el mix eléctrico para 2030 (lo que equivale al 75% de renovables sobre el consumo interno bruto de electricidad). 

Y le solicitó al gobierno que restituya en el PNIEC los objetivos de este plan ya que generaría “mayores beneficios para el sistema energético”. El presidente de Elettricità Futura manifiesta que el plan nacional no ha modificado los puntos que recibieron críticas durante el proceso de revisión por parte de la asociación, la Comisión Europea y otras asociaciones del sector.

Actualmente el PNIEC prevé un objetivo del 70% de renovables en el mix de generación eléctrica (lo que equivale al 63% de renovables sobre el consumo interno bruto de electricidad).

“No solo este objetivo no es adecuado a las perspectivas del sector eléctrico, sino que ha sido incluso reducido respecto a la versión anterior  que indicaba un objetivo del 73% de renovables en el mix de generación eléctrica para 2030 (lo que equivale al 65% de renovables sobre el consumo interno bruto de electricidad)”, apunta  Re Rebaudengo.

Y agrega: “A nivel europeo, cumplir con los objetivos de REPowerEU, capítulo incluido en la actualización del PNRR italiano, significa que Italia debe alcanzar el 84% de energía renovable en el mix de generación eléctrica para 2030”.

Perspectivas de instalación y el impacto de las regulaciones 

Según el reciente estudio “Renewable Energy Report 2024” del Energy & Strategy Group del Politécnico de Milán, las estimaciones de instalaciones para el período de los próximos dos años caerán a +1-1,5 GW al año para el fotovoltaico y a +400-500 MW para la eólica. 

En ese marco, el referente de Elettricità Futura señala que esto es posible debido a “los problemas críticos” que afronta el marco regulatorio italiano que impiden el desarrollo de grandes instalaciones renovables.

En 2022 y 2023 la mayoría de las nuevas instalaciones registradas fueron de pequeñas dimensiones vinculadas con el Superbonus, un paquete de incentivos fiscales de hasta 110%, que ya no se encuentra vigente.

“Sin el bonus el crecimiento de las pequeñas instalaciones se ralentizará.En cuanto a las grandes instalaciones renovables, que ya en años anteriores fueron obstaculizadas por la normativa, el nuevo marco normativo que se ha delineado en 2024 es, si es posible, peor que el anterior”, apunta Re Rebaudengo.

Y manifiesta que el Decreto Ley de Agricultura y el Decreto de Zonas Aptas obstaculizan las inversiones de las empresas del sector eléctrico.

El Decreto Ley de Agricultura introdujo la prohibición de la instalación de energía fotovoltaica en áreas agrícolas, el ejecutivo señala que Italia tiene 4 millones de hectáreas de tierras agrícolas abandonadas de las cuales se necesitaría sólo el 2%, es decir 80.000 hectáreas y que esto aumentará los costos para las empresas y para el sistema.

“En las tierras agrícolas solo se podrá instalar agrivoltaica, que tiene costos de desarrollo y mantenimiento considerablemente más altos que el fotovoltaico en suelo. Además, esta prohibición reducirá la disponibilidad de terrenos, aumentando sus costos, un efecto dominó que elevará el costo de la electricidad producida”, detalla el especialista.

Además, señala que a los decretos nombrados anteriormente se le suma el “Texto Único para las renovables”, que en lugar de simplificar y acelerar la concesión de autorizaciones introduce “nuevas barreras y ralentizaciones al desarrollo de redes, acumuladores e instalaciones renovables”.

“Entre las limitaciones impuestas al desarrollo de las instalaciones fotovoltaicas, la total discrecionalidad dejada a las Regiones sobre las áreas adecuadas y la falta de simplificación de la actual propuesta de Texto Único aumentarán la incertidumbre del marco normativo y la carga burocrática, creando retrasos y costos adicionales, así Italia no podrá alcanzar los objetivos renovables para 2030”, concluye.