Galicia avanza en la transición hacia un modelo energético más sostenible con el desarrollo del hidrógeno verde. Actualmente, la región cuenta con 30 proyectos en diferentes etapas, destacándose 9 como I+d+i, 4 orientados al equipamiento y 17 en instalaciones de hidrógeno, detalla Mayte Gutiérrez Rosselló, Gerente General de la AGH2.
Sin embargo, pese a este crecimiento, todavía no hay ningún proyecto ejecutado. Aunque se prevé que para 2025 dos, tres o cuatro puedan iniciar la construcción, en diálogo con Energía Estratégica España, la ejecutiva coincide con los analistas del mercado que indican que hay un retraso de tres a cinco años, luego de desinflarse la llamada “burbuja” que había llamado la atención de especuladores e inversiones de grandes empresas.
Esta situación ha afectado proyectos clave como el H2MED, donde Galicia quedó fuera de la primera convocatoria del PTI. Sin embargo, Gutiérrez Rosselló aclara que «Enagás se comprometió a incluir a Galicia en la segunda convocatoria, y desde la asociación estamos trabajando intensamente para demostrar nuestra capacidad para desarrollar valles de hidrógeno con vocación europea».
Otro de los grandes desafíos para Galicia y el sector del hidrógeno en general es la falta de una normativa específica. «Actualmente, la normativa trata al hidrógeno dentro de las regulaciones de gases. Es imprescindible desarrollar una normativa específica para hidrógeno que clarifique y unifique criterios en toda la Unión Europea», señala la Gerente General.
La AGH2 destaca que el principal obstáculo es la lentitud en la tramitación de proyectos y en la ejecución de herramientas financieras, ya que «la mayoría de los promotores están dispuestos a invertir, pero necesitan que las herramientas de financiación sean más ágiles». Esto afecta particularmente la financiación para la operación, un aspecto crítico para la consolidación de los proyectos.
Asimsimo, fomentar el consumo de hidrógeno es crucial para el éxito de la estrategia energética.
«La industria gallega ya ha dado un paso al frente, pero ahora debemos trabajar en los otros dos vectores: la movilidad y el consumo doméstico», enfatiza Gutiérrez Rosselló y añade que «el consumo doméstico es el más difícil de implementar, porque requiere trasladar a la sociedad los beneficios de este vector energético en términos de descarbonización».
En cuanto a movilidad, la AGH2 está colaborando con la cadena de suministro de combustibles para desarrollar una estrategia que integre el hidrógeno en este ámbito. «Esperamos presentar propuestas concretas en un plazo razonable, promoviendo un equilibrio entre la industria, la movilidad y el consumo doméstico», explica.
Con la reciente confirmación del cambio de liderazgo en el Ministerio para la Transición Ecológica, con el nombre de Sara Aagesen, la AGH2 espera establecer una comunicación fluida para impulsar los proyectos en Galicia.
Aunque todavía no han tenido la oportunidad de interactuar con ella, Gutiérrez Rosselló asegura que están «abiertos a trasladar las inquietudes del sector y a mantener una colaboración activa».
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