El hidrógeno verde es considerado como el futuro de la energía sostenible y la clave para una transición hacia una economía más limpia. Sin embargo, un reciente informe de OBS Business School, dirigido por el profesor Marcos Rupérez, critica su viabilidad económica. 

“Nuestra principal conclusión es que, a priori, la inversión privada en solitario, sin subvenciones públicas, no existirá en tanto y en cuanto el hidrógeno no sea rentable per se, porque son más baratos los combustibles fósiles en todas las aplicaciones posibles”, comenta el docente en diálogo con Energía Estratégica España.

Asimismo, agrega que toda la expectativa de inversión privada a gran escala, creada a nivel mundial, a día de hoy se va a desinflar, ya que la inversión vendrá desde los Estados, atentando con el libre mercado. 

«Se está forzando al sector a avanzar a ritmos para los que no están preparadas ni la tecnología ni la financiación pública o privada», afirma el análisis y propone la pregunta: ¿Estamos asumiendo riesgos al utilizar el hidrógeno en aplicaciones en las que actualmente no es competitivo, debido a la falta de experiencia y garantías en cuanto al rendimiento y la durabilidad de los equipos?

Más allá de que este gas renovable está considerado una gran oportunidad para descarbonizar muchos de los sectores que no pueden electrificar, aún queda mucho por hacer y muestra de ello es el reciente freno en Dinamarca en la red de del gas renovable. 

Everfuel, proveedor danés, anunció que cerrará sus antiguas y «no rentables» estaciones de servicio de hidrógeno para centrarse en la producción: «No podemos justificar que se destine más dinero solo a subvencionar estos proyectos».

Asimismo, la compañía alemana H2Fly asegura haber completado con éxito una prueba pionera a nivel internacional: «el primer pilotado de una aeronave eléctrica propulsada por hidrógeno líquido» y, como este, son muchos los proyectos que avanzan en este sentido. 

“El hidrógeno verde como insumo químico que sustituya al gris es la apuesta más firme y cercana a la rentabilidad de todas las alternativas”, manifiesta el informe y afirma, “con total seguridad” estos serán los primeros proyectos de tamaño importante en ponerse en funcionamiento.

Precios el hidrógeno vs competencia, según el informe 

Cuando se trata de sustituir el gas natural por hidrógeno verde, el concepto de «blending» se presenta como una solución potencialmente revolucionaria. 

Este proceso implica inyectar una proporción de hidrógeno en la red de gas natural existente, permitiendo que las fuentes de energía renovable descarguen su exceso de energía en forma de h2. Sin embargo, aquí es donde los números entran en juego. 

El hidrógeno verde resulta ser considerablemente más costoso que el gas natural en esta aplicación. Para que sea competitivo, sería necesario que los precios del gas natural alcancen niveles superiores a los 100 €/MWh a corto plazo.

Sin embargo, las previsiones de los expertos sostienen que, por lo menos hacia el 2026, el gas natural tiende a reducir su valor hasta los 37 €/MWh debido a la baja demanda. 

Las políticas que desalientan este recurso afectan al precio final de la factura pero no al de la comercialización de la molécula, por lo que no tendría afecciones. 

En este sentido, el informe refleja que el hidrógeno gris, producido a partir de gas natural, emerge como la única opción actual para la descarbonización, y presenta cifras más favorables. 

Para que el verde pueda competir con el gris, se necesitaría que su costo se sitúe en torno a los 2,9 €/kg. 

La rentabilidad de ambas opciones parece estar al alcance, particularmente con pequeños incrementos en el precio proyectado del gas natural para el año 2024, junto con incentivos a la inversión en electrolizadores.

En la entrevista reciente realizada por Energía Estratégica España, Rúperez asegura que el cumplimiento de los objetivos de 11 GW de electrólisis no será posible pero sí, en un alto porcentaje estará cubierto por el intercambio de consumo gris por el verde.

En el sector logístico, en cambio, se plantea un escenario interesante. La posibilidad de que los operadores logísticos generen su propio hidrógeno a precios cercanos a la rentabilidad se vislumbra como atractivo, ya que está exento de ciertos impuestos que gravan al combustible fósil, como el gasoil.

Además, en el ámbito de los grandes navíos, se ha considerado el metanol verde como una alternativa al fueloil. 

Sin embargo, este escenario también se enfrenta a desafíos económicos, ya que el metanol verde solo sería competitivo si los precios vuelven a los máximos de los últimos tres años, alcanzando los 1000 €/tonelada, y si el hidrógeno verde se produce a un precio optimista de 3,16 €/kg.

En un contexto más amplio, incluso en el reemplazo del carbón, uno de los principales combustibles fósiles, la situación es similar. 

Para que el hidrógeno verde sea competitivo en la reducción de mineral de hierro, se requeriría que su precio se mantenga en torno a los 2,23 €/kg, aproximadamente un 35% más barato que los precios actuales.

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