España se posiciona como uno de los actores clave en el desarrollo tecnológico del hidrógeno renovable, impulsando la transición energética global.
Miguel A. Peña, Secretario de la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2), señala que “cada iniciativa aporta un valor único, contribuyendo a la transformación del sector energético”.
En diálogo con Energía Estratégica España, el directivo indica que este progreso se basa en proyectos integrales que combinan producción, almacenamiento, transporte y consumo, consolidando la economía del hidrógeno a través de redes y valles estratégicos.
Uno de los factores que está alentando el avance tecnológico es la apuesta por proyectos a gran escala y el respaldo financiero inicial.
Cabe destacar que, teniendo en cuenta el índice MIBGAS IBHYX recientemente lanzado, el coste de producción del hidrógeno renovable en la península ibérica es de 5,85 €/kg, muy por encima de los 2 €/kg esperados.
“El despliegue de grandes proyectos será el motor principal para dinamizar el mercado”, subraya Peña, destacando que este enfoque fomenta economías de escala que reducen los costes de producción y facilitan la expansión de infraestructuras, como los electrolizadores de gran capacidad.
En términos de tecnologías más destacadas, el reciente Censo de Proyectos AeH2 2024 revela que la electrólisis alcalina lidera tanto en número de iniciativas como en capacidad instalada.
Este método, reconocido por su madurez y fiabilidad, se complementa con proyectos que emplean tecnología PEM, ideal para aplicaciones de menor escala.
Además, en almacenamiento predominan los depósitos de gas comprimido, mientras que el transporte se enfoca en estrategias como el blending, aunque se anticipan cambios a raíz de las directrices de la Comisión Europea.
El ecosistema empresarial español también juega un rol crucial en esta transformación. “En la AeH2 contamos con más de 400 socios que abarcan toda la cadena de valor del hidrógeno”, resalta Peña.
De estos, 83 están liderando o participando en proyectos de distinta envergadura, desde investigación hasta implementaciones comerciales a gran escala.
Este esfuerzo colectivo ha convertido a España en un referente global, con empresas y centros de investigación colaborando estrechamente para maximizar el impacto de las inversiones.
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