Con un notable aumento en la contribución de las energías renovables, que alcanzaron un 63,5% en el primer semestre del año, en comparación con el 54,2% del mismo período del año anterior, el informe de APPA Renovables de junio celebra la baja de emisiones en el sector. [Ver informe completo]
«Hemos aumentado 9 puntos la participación de renovables, que se debe en gran parte a una primavera con alta hidraulicidad, lo que permitió que la generación hidroeléctrica aumentara del 10,5% al 17,5%”, explica Javier Lázaro, Director Técnico y de Regulación de la asociación.
En diálogo con Energía Estratégica España, el ejecutivo destacó que en las siguientes primaveras habrá “situaciones muy similares”.
El informe menciona que este escenario tuvo un efecto colateral en los precios del mercado eléctrico, llevándolos a niveles históricamente bajos: en febrero 40 €/MWh, marzo 20,31 €/MWj, abril 13,67 €/MWh y junio 56,08 €/MWh.
Aunque este primer semestre alarmó a los desarrolladores, principalmente a los fotovoltaicos, se espera que los precios se normalicen en los próximos meses, con cifras de mercados futuros proyectados al alza que equilibran la balanza anual.
Según el resumen de APPA, los precios a futuro están mostrando una tendencia ascendente desde abril, con proyecciones para el cuarto trimestre de 2024 cercanas a los 90 €/MWh.
Demanda en alerta
En junio de 2024, la demanda cayó un 1,46% en comparación con junio del año anterior. Lázaro señala que «veníamos de algunos meses en donde habíamos superado la demanda del mismo mes del año anterior, pero justamente con esta caída nos vamos al mismo junio del 2020, muy cerca de los niveles de demanda durante la pandemia«.
En el primer semestre de 2024, la demanda eléctrica aumentó apenas un 0,53% respecto al mismo período de 2023, un crecimiento insuficiente para absorber la nueva capacidad instalada.
El referente de APPA atribuye esta situación a una electrificación lenta, especialmente en un contexto de transición de vehículos de combustión a eléctricos y en el cambio de sistemas de calefacción de gas a bombas de calor.
Este lento ritmo de electrificación contrasta con el rápido crecimiento de la capacidad renovable instalada, creando un desequilibrio entre oferta y demanda.
De esta manera, remarca la necesidad de “enfocar las políticas públicas a una mayor electrificación de los consumos”.
Pero para hacerlo, Lázaro sugiere mayores inversiones en infraestructura y redes eléctricas.
«Si queremos aumentar la potencia de todas las viviendas de España a la vez, no es posible, con lo cual tenemos que ir pensando en todas esas transiciones y actualizaciones», afirma.
La mejora de las redes de transporte y distribución es esencial para facilitar la integración de nuevas capacidades renovables y el despliegue de tecnologías de electrificación.
Servicios de ajuste
El informe también destaca el creciente papel de los servicios de ajuste en el mercado eléctrico, que han visto un aumento del 43.24% en comparación con junio de 2023.
Estos son cada vez más importantes para mantener la estabilidad del sistema, especialmente en un contexto de creciente participación de las energías renovables.
El precio promedio de estos servicios se situó en 12.39 €/MWh. Javier Lázaro explicó que “están ganando importancia, especialmente para la fotovoltaica, que está comenzando a participar más en estos mercados debido a la necesidad de encontrar rentabilidad adicional”.
En abril de 2024, el precio medio de los servicios de ajuste fue mayor que el del mercado diario, un fenómeno inusual que subraya la importancia en la gestión del sistema eléctrico y marca un precedente de cómo puede protagonizar los planes para la operación de plantas en el futuro.
Intercambios internacionales
En junio de 2024, España demostró su robustez como actor clave en el mercado energético europeo a través de un saldo exportador neto de -1.232,9 GWh.
Las exportaciones totalizaron 2.133,5 GWh, superando las importaciones que se situaron en 900,6 GWh.
Los principales destinos de las exportaciones de energía fueron Portugal, con 1.613,8 GWh, y Francia, con 279,8 GWh.
En contraste, las importaciones provinieron mayoritariamente de Francia, con 829,8 GWh.
Este flujo comercial reafirma la capacidad de España para contribuir significativamente al suministro energético de sus países vecinos, destacando su papel fundamental en la estabilidad y la integración de la red eléctrica europea.
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