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Esta semana han publicado un informe a modo de análisis sobre la propuesta europea para la reforma del mercado eléctrico europeo, que se presentó la Comisión Europea el 14 de marzo pasado.
Dentro de este informe, Antonio Hernández, socio responsable de Sectores Regulados, Análisis Económico y Sostenibilidad, y Pablo Dorronsoro, socio responsable de Derecho Público y Sectores Regulados, remarcaron cuatro aspectos que deberán ser tenidos en cuenta a la hora de las negociaciones, ya sea por que no son mencionados o porque no se entra en detalles en el documento.
Uno de ellos, es la aplicación de los mecanismos de capacidad, con el fin de que éstos aseguren no sólo la firmeza y seguridad de suministro del sistema eléctrico sino también su flexibilidad.
En este punto, advierten: “Se recomienda que los mecanismos de capacidad se configuren como un elemento más del diseño del mercado, complementando los mercados de energía”.
En diálogo con Energía Estratégica España, Hernandez señala que, independientemente de cualquier decisión europea, el país debería agilizar en la aprobación de su propio mecanismo.
“Casi todos los países europeos ya cuentan con este tipo de mecanismos. No hace falta esperar a que la Unión Europea determine si se modifica o no el reglamento 943/2019, porque se puede seguir el procedimiento iniciado con la orden ministerial de abril de 2021”, agrega el experto.
Por otra parte, el análisis hace hincapié en preservar la no retroactividad, y mantener los “principios esenciales” para mantener la seguridad jurídica y la confianza de los inversores.
“Se limita a inversiones e instalaciones nuevas aquellas propuestas que podrían tener impacto en los rendimientos económicos de las instalaciones, sin perjuicio de que sería deseable una mayor concreción en algunos aspectos como la regulación establecida para situaciones de crisis” afirma Pablo Dorronsoro, dentro del informe
Otro aspecto que destacan es el consolidar la importancia de las redes de transporte y distribución para hacer frente a los importantes retos a los que se enfrentan los sistemas eléctricos.
Dentro del informe de la Comisión Europea, se recomienda la revisión de las metodologías de peajes, para que la retribución tenga en cuenta el nuevo papel de las redes, y todos los cambios que se están produciendo desde el autoconsumo, la generación distribuida, la recarga de vehículos eléctricos, el almacenamiento, la flexibilidad de la demanda o la descarbonización industrial.
“Es esencial que la planificación de las redes se anticipe a las necesidades de los sistemas energéticos para no obstaculizar los procesos de electrificación y descarbonización industrial y, además, que la metodología de retribución sea lo suficientemente clara y precisa para que los gestores de redes puedan conocer de antemano las inversiones que serán retribuidas por el sistema eléctrico”, indicó Hernández.
Asimismo, señala que, en el caso español, la revisión está prevista a desarrollarse dentro del nuevo periodo regulatorio, donde deberán considerar todas estos cambios.
“Sería una pena que por falta de capacidad en las redes se pusiera en peligro la atracción de inversiones industriales extranjeras, que se verían atraídas por nuestra ventaja competitiva en precios eléctricos o de hidrógeno verde por la abundancia de fuentes renovables”, comentó el especialista.
Y finalmente, como último punto, llaman la atención sobre evitar la segmentación de mercados, velando por medidas homogéneas que no pongan en peligro ni el mercado interior ni el funcionamiento del mercado eléctrico en la Unión Europea.
“Este hecho cobra aún más importancia si se tiene en cuenta que se compite a nivel internacional por atraer capital para asegurar una exitosa transición energética y avanzar hacia una economía descarbonizada, destacando el caso de Estados Unidos, que ha aprobado la Ley de Reducción de la Inflación (IRA)”, explica Antonio Hernández en el análisis.
Aspectos positivos
Por otro lado, el informe hace mención de varios puntos que consideran positivos de la propuesta de la reforma del mercado eléctrico europeo. Entre los que se destacan, el papel que se le da a los contratos PPA.
Sin embargo, también advierten analizar cuidadosamente el diseño de los contratos por diferencia (CfD), para que no se distorsione el funcionamiento del mercado y de los PPAs.
“En este sentido, debe tenerse en cuenta que España mantiene un claro protagonismo mundial en el ámbito de los PPAs, con los precios más competitivos de toda la Unión Europea, junto con Portugal, debido a nuestra ventaja relativa derivada de la abundancia de recursos renovables”, remarca el documento de EY.
Y así también, apuntan a los mecanismos de flexibilidad de la demanda y de almacenamiento, a los que consideran “necesarios” en un entorno de crecimiento significativo de las tecnologías renovables, especialmente solar fotovoltaica y eólica, en los sistemas eléctricos de la Unión Europea.
“Hemos llegado a un momento en el que la integración de las renovables tan significativa requiere mantener el backup térmico de los ciclos combinados y promover la flexibilidad de demanda y el almacenamiento. El mercado de capacidad debería ser ya un componente más del diseño del sistema eléctrico y no algo temporal, como se contempla actualmente en el Reglamento europeo, que, además, supone unos procedimientos muy tediosos”, agregó Hernández.
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