Según el registro realizado por Energía Estratégica España, existen más de 38 GW de parques de energías renovables que podrán ponerse en marcha en los próximos 2 a 5 años si superan las instancias administrativas.
En diálogo con este medio, Carlos Martín Graña, Responsable de Operación de ENERJOIN, ha planteado preocupaciones y desafíos en relación con la rentabilidad y la viabilidad de los proyectos renovables que están actualmente en tramitación.
Sin embargo, el ejecutivo considera que la incertidumbre en torno a la rentabilidad de estos proyectos, implica que muchos podrían ser abandonados debido a la falta de garantías de retorno de inversión.
Según describe, esto se debe en gran medida a la ausencia de señales claras de precio en el mercado, lo cual pone en riesgo la rentabilidad de las inversiones realizadas.
Graña plantea que los promotores buscan términos de salida o parálisis para aquellos parques que ya no sean viables en términos económicos, luego de tanto tiempo en cartera.
Además, sugiere que los promotores podrían considerar la venta de los derechos de conexión a terceros como una alternativa para minimizar pérdidas.
¿Las subastas están obsoletas?
Muchos de estos proyectos podrían elegir a las subastas previstas para este año como la forma de comercializar la energía limpia que produzcan, pese a que la mayoría de los asesores recomiendan la firma de PPAs para conseguir mejores precios.
El actual diseño de las subastas, la madurez de los mercados y los resultados de las últimas dos licitaciones desiertas, son señales claras de que será necesario un cambio en el diseño.
Según los rumores del sector, para este año puede que no lleguen a realizarse, dado que el marco es demasiado incierto y el resultado de las elecciones jugarán un papel clave en este ámbito.
Al respecto, Graña sugiere la búsqueda de alternativas, como subastas directas que incluyan a los consumidores y variantes que propicien la incorporación de otras tecnologías de almacenamiento y bombeo.
Otras necesidades
Otro aspecto abordado por Graña es la necesidad de diversificar las tecnologías utilizadas en la generación de energía renovable, de manera que haya mayor flexibilidad en la red y se mantenga la rentabilidad de las plantas que ya están en funcionamiento.
Actualmente, el mercado está registrando cada vez más horas de 0 euros, lo que significa pérdidas de energía limpia y señales de alerta en el largo plazo, si no se apuesta por tecnologías que permitan gestionar el suministro en un mix renovable.
Por esta razón, sostiene que en lugar de centrarse exclusivamente en la fotovoltaica, se deberá poner el foco estratégicamente en tecnologías como la hibridación hidráulica y termosolar.
“Esto permitiría cubrir las franjas horarias en las que la demanda de energía es menor y optimizar la generación en función de los patrones de consumo”, explica y subraya que será clave implementar mecanismos que fomenten la entrada de tecnologías más sostenibles, más allá de consideraciones políticas.
“Independientemente del gobierno en el poder, es crucial reconocer que la viabilidad de la fotovoltaica y otras tecnologías renovables está en juego”, concluye.
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