Así como la programación informática, las energías renovables se han convertido en una industria con amplio potencial para hacer crecer las oportunidades de empleo.
Muchos jóvenes invierten su tiempo y dinero en especializaciones en estas carreras con la intención de crecer profesionalmente, pero ¿qué tan sencillo es para un recién recibido conseguir un empleo?
En diálogo con Energía Estratégica España, la Ingeniera en Energía, Covadonga Díaz Gonzalez, comenta que el principal desafío con el que se encontró al estar terminando sus estudios fue que la mayoría de los puestos laborales para los que calificaba requerían por lo menos tres años de experiencia.
Asimismo, asegura que en su primer empleo en una compañía energética no pudo participar en prácticas relacionadas con la profesión ni se le dio valor al aporte que podía realizar. Esta historia se repite entre los integrantes de los grupos con los que comparte actividades relacionadas.
“Las empresas no valoran a los nuevos talentos aprovechando su entusiasmo y conocimiento. Hay muchas opciones pero la mayoría no brinda buenas condiciones laborales”, afirma la ingeniera.
En este sentido, describe que un puesto junior puede ingresar cobrando lo mismo que un pasante, mientras en otros países como Alemania, por el mismo puesto el salario puede hasta triplicar el valor.
Según la agencia española de empleo Talent, el salario de un ingeniero junior promedio en España es de € 24.000 al año o € 12,31 por hora.
Los cargos de nivel inicial comienzan con un ingreso de € 20.000 al año, mientras que profesionales más experimentados perciben hasta € 31.000 al año.
“Desde mi experiencia puedo decir que fue a partir de que realicé el Máster en Fotovoltaica con especialización en Autoconsumo, donde aparecieron las alternativas más interesantes”, menciona Díaz Gonzalez y hace hincapié en que los docentes fueron quienes acercaron las oportunidades a sus estudiantes.
Por su parte, sostiene que la red social LinkedIn fue de mucha utilidad para poder encontrar ofertas más enfocadas en lo que ella esperaba de su trabajo.
Allí evaluó las alternativas y se postuló en aquellas donde el teletrabajo era al 100% y se alineaba con sus preferencias.
¿Hay expectativas en las familias españolas ante las oportunidades de progreso de las renovables?
“Cuando yo empecé a estudiar hace 8 años atrás, mi familia me recomendaba especializarme en la actividad minera pero desde hace un año o dos toda la información en los medios de comunicación y las inversiones del Gobierno en las renovables cambió esa perspectiva y hoy ya se confía mucho más”, explica la profesional de 29 años de edad.
En este sentido, resalta que es importante el rol de los medios de comunicación y la difusión en redes sociales de la actividad energética para conocer aún más a lo que se dedican cada actor de los diferentes sectores.
“Desde que los precios de la factura de la luz se dispararon, se abrió un mundo nuevo en los hogares sobre la forma de ver y relacionarse con el consumo eléctrico. Aunque tenga un tinte económico, celebramos que se apueste por fuentes más amigables con el medioambiente”, señala Díaz Gonzalez.
El crecimiento de la industria
Actualmente Covadonga Díaz Gonzalez trabaja en Servinform diseñando instalaciones de autoconsumo para residentes españoles.
Aquí encuentra el mayor crecimiento en renovables, según indica. “En un año he visto un vuelco a nivel legislativo en todo el país, sobre todo a nivel nacional todo es mucho más accesible”, expresa.
No obstante, enfatiza en que los ayuntamientos ponen demasiadas restricciones por la valorización de zonas históricas o reservas naturales.
Además del autoconsumo, para la ingeniera el segmento que revolucionará la forma de ver las renovables será el hidrógeno verde, aún más que la biomasa.
Sobre este, destaca los prototipos que ya se están probando para almacenamiento de energía en autoconsumo en hogares.
“Aún faltan varios años para que eso suceda, incluso se iniciará en el norte europeo antes que aquí en España, pero será una gran revolución para todos”, concluye.
Participación femenina
«En todo mi paso por el mundo de las energías, tanto durante mis estudios como en mis empleos en España, nunca sentí diferencias por ser mujer«, aclara la ingeniera y cuenta que en su curso el porcentaje de mujeres se equiparaba con el de hombres.
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