La eólica marina eleva las expectativas del papel de las renovables en el país. La experiencia de los astilleros españoles, las características geográficas del territorio y la infraestructura en puertos demuestran que podrían ser una potencia en este sentido en cuanto se apruebe el marco regulatorio. 

Las islas Canarias pretenden posicionarse como referentes en la tecnología no solo para autoabastecerse sino para comercializar energía regionalmente. 

Pero no es la única región que compite por ser el centro de desarrollo. El País Vasco y las costas gallegas también se preparan como polos energéticos de eólica marina. 

«Canarias tiene mucha pretensión pero le costará posicionarse como referente ya que aún queda por estudiar cómo reducir sus costes para ser más competitivos», señala Marcos Martínez Lodeiro, Responsable Comercial de Norinver Montajes e Ingeniería, en diálogo con Energía Estratégica España. 

El ejecutivo explica que, cuanto más cerca de tierra estén las estructuras, los sistemas eléctricos serán menos extensos y complejos, consiguiendo un menor coste de mantenimiento.  

El potencial de España

«Deberíamos apostar a la eólica marina flotante en el país para demostrar el valor agregado que tiene España para aportar al mundo», opina Martínez Lodeiro. 

Con grandes profundidades a corta distancia y abundante actividad costera, la alternativa más viable para España será el uso de tecnología flotante.

La Hoja de Ruta de la Eólica Marina y Energías del Mar propone un objetivo de 1 a 3 GW hacia 2030. 

Según el IDAE, en el mundo se identifican 27 parques eólicos marinos, de los cuales siete son españoles. 

Además, España es el país europeo con más instalaciones de I+D para la eólica flotante y las otras energías del mar.

«Aún nos queda desarrollar proveedores nacionales de materiales: luminarias, cables, etc. Si podemos lograrlo, tendremos una cadena de suministros muy competitiva», indica el ejecutivo y destaca la necesidad de difundir más a los fabricantes que tengan certificados los productos para el desarrollo de los proyectos. 

Actualmente existe todo el ecosistema de fabricación local pero no hay un marco regulatorio que permita implementar este tipo de tecnologías en el territorio.

La capacidad y habilidad naval de los españoles hizo posible la mayoría de los parques eólicos que hoy funcionan en el mundo.

De España al mundo 

«Hemos participado en todos los proyectos de eólica marina. Norinver es un referente en construcción naval y de estructuras metálicas para la eólica marina», describe Martínez Lodeiro. 

Han sido parte de la construcción del parque eólico marino flotante más grande del mundo: Kincardine, en Escocia.

Este cuenta con una potencia nominal de 50 MW. Está ubicado a 15 km mar adentro de la costa de Aberdeen en Escocia y consta de una turbina Vestas de 2MW y 5 turbinas Vestas de 9.5 MW.

Asimismo, han sido parte del WindFloat Atlantic el parque eólico marino flotante ubicado a 20 km de la costa de Viana do Castelo, Portugal. Encargado en enero de 2020, el proyecto se considera el primer parque eólico flotante semisumergible del mundo y el primer parque eólico flotante de Europa continental.

Actualmente, están terminando su participación en el proyecto Saint Brieuc, de la compañía Iberdrola

La compañía 

Norinver comenzó a trabajar en 2007. Inicialmente estaba muy vinculada al sector naval militar, unidos a la empresa Navantia. Hace unos años se amplió la empresa al sector industrial y de energía, fabricando los cuadros eléctricos y electrónicos para las plataformas marina eólicas o fotovoltaicas.