Las exportaciones de energía solar de China crecieron un 64 % a 52.000 millones de dólares en 2022 a pesar de las tensiones comerciales mundiales, según el último análisis de Wood Mackenzie.

«Las tensiones comerciales han pasado a un segundo plano ante los altos precios de la energía impulsados ​​por la crisis energética, y esto está provocando que los consumidores y desarrolladores de todo el mundo compren más paneles solares de China», dijo Alex Whitworth, director de investigación de Wood Mackenzie.

(Fuente: Wood Mackenzie)

Las exportaciones de China estuvieron dominadas principalmente por módulos en 2022: Europa siguió siendo el principal mercado de exportación de módulos solares del país con una participación del 56%, según los hallazgos de Wood Mackenzie. Sin embargo, las células solares experimentaron un crecimiento de más del 100 % a medida que se expandía el mercado fotovoltaico mundial, y el Sudeste Asiático se llevó el 31 % de las exportaciones de células solares de China. Los aranceles estadounidenses sobre los módulos fabricados en China han llevado la producción de módulos al sudeste asiático, donde muchas instalaciones de fabricación importan células de China.

(Fuente: Wood Mackenzie)

Los módulos chinos mantuvieron su competitividad en costos frente a otros mercados en 2022 y fueron hasta un 57 % más baratos que los módulos producidos en EE. UU. y la UE. Esta brecha de precios se debió principalmente al costo de los materiales, donde China tiene la ventaja debido a los bajos costos de energía, las ventajas de escala y el apoyo del gobierno, mientras que la fabricación de módulos solares de EE. UU. y la UE no es competitiva sin subsidios.

Evento exclusivo

Cabe destacar que este tema, entre muchos vinculados al sector renovable, serán abordados en profundidad el próximo 4 de julio tendrá lugar el mega evento físico Europe Future Energy Iberian Renewable Energy Summit, producido por Future Energy Summit (FES), donde participarán los principales referentes de las empresas del sector, como Iberdrola, Acciona, Greenalia, Galp, Repsol, Cepsa y Redeia, entre muchos otros.

El evento tendrá lugar en el hotel NH Collection Madrid Eurobuilding, en la ciudad de Madrid.

La fabricación fotovoltaica de China se está expandiendo para capturar mercados globales

Además de las necesidades de suministro interno, la capacidad de exportación china de obleas y células upstream crecerá a más de 230 gigavatios (GW) en 2026, más que suficiente para satisfacer la demanda del mercado mundial fuera de China de 170 GW para ese año. La industria fotovoltaica de China es muy rentable y está reinvirtiendo las ganancias para ampliar la capacidad nacional, a la vez que atrae a nuevos inversores.

También se espera que la capacidad de módulos disponibles para la exportación en China crezca gradualmente a 149 GW para 2026, dejando algo de espacio para que otros mercados amplíen la producción de módulos. Más fabricantes están invirtiendo en sectores upstream que son más rentables que los módulos.

Las políticas de EE. UU., la UE e India no socavarán el dominio de China en la fabricación fotovoltaica

Whitworth dijo: “Estados Unidos cuenta con la IRA, que asignará al menos 41 mil millones de dólares para estimular la fabricación nacional. Pero los costos aún favorecen a los módulos importados, e incluso a medida que se produzca más producción local de módulos en los próximos años, habrá una dependencia persistente de las importaciones de componentes de Asia”.

El objetivo del gobierno de EE. UU. de producir módulos 100 % fabricados en EE. UU. para 2026 será difícil debido a la importante falta de producción de obleas y células en la región, y los incentivos no pueden cerrar completamente la brecha de costos de fabricación entre los módulos fabricados en EE. UU. y los chinos.

“En Europa, la UE aboga por restricciones comerciales para asegurar la fabricación fotovoltaica local, pero carece de políticas específicas para impulsar la creación de capacidad y desplazar las importaciones. India también tiene grandes ambiciones de expandir su fabricación fotovoltaica, pero el apoyo financiero es insuficiente para alcanzar objetivos agresivos”, agregó Whitworth.

Con una cadena de suministro madura y una gran capacidad de producción para la exportación, el sudeste asiático se ha beneficiado de las políticas comerciales fotovoltaicas dirigidas a China por parte de EE. UU., ya que se ha trasladado más producción de módulos a la región. Sin embargo, los fabricantes chinos poseen el 55 % de la capacidad de fabricación fotovoltaica del sudeste asiático, que depende de componentes producidos en China.

Las restricciones comerciales desafían a los fabricantes chinos a globalizar sus operaciones

“A medida que más mercados demandan empleos locales e inversiones en energía solar, los fabricantes chinos están bien posicionados para crecer como proveedores de tecnología global”, agregó Whitworth.

Las empresas fuera de China también tienen oportunidades, pero será un desafío para ellas escapar de la cadena de suministro de bajo costo y del conjunto de conocimientos especializados de China que ha llevado más de una década desarrollar.

“La enorme escala del mercado interno y la cadena de suministro de China están en una liga propia y parecen estar en una trayectoria de crecimiento sostenible, lo que dificulta el desplazamiento de otros jugadores globales. La carrera por dominar los mercados solares mundiales de este siglo no ha terminado, pero las empresas chinas tienen una sólida ventaja y no se están desacelerando”, concluyó Whitworth.