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junio 17, 2024

La experiencia de Lhyfe y su decisión de no participar de la próxima subasta europea de hidrógeno 2024

En el ciclo Conversaciones Estratégicas organizado por Energía Estratégica España, el Director de Ventas Franz Bechtold adelantó los planes de la compañía para producir hidrógeno en España onshore y offshore. Además, compartió señaló que no participarán de la próxima subasta europea porque los precios y las condiciones no son atractivos.
By Milena Giorgi

By Milena Giorgi

junio 17, 2024
La experiencia de Lhyfe y su decisión de no participar de la próxima subasta europea de hidrógeno

El pasado jueves se llevó a cabo la segunda sesión del ciclo de streaming Conversaciones Estratégicas, en la cual se debatieron los temas más relevantes sobre el hidrógeno verde junto a  Marcos Rupérez Cerqueda, ingeniero y consultor de hidrógeno, Africa Castro de H2B2 Electrolysis Technologies y Marina Holgado Dones de Spanish Hydrogen Association (AeH2). 

Asimismo, Franz Bechtold, Director de Ventas en España de Lhyfe, también estuvo presente y describió que, a pesar de los desafíos propios de un mercado tan incipiente, la compañía productora de este gas renovable está avanzando con varios proyectos importantes en Europa, luego de un rápido crecimiento desde su fundación en 2017. 

Inició sus operaciones con una subvención en Francia en 2019, que le permitió establecer la planta para adquirir la experiencia necesaria para lanzar un piloto offshore destinado a la producción de hidrógeno en alta mar. Actualmente, la compañía opera tres plantas, incluida la inicial de 1 MW y dos adicionales de 5 MW. 

Por su parte, en Alemania, la firma está construyendo dos plantas de 10 MW cada una, mientras que en España, trabaja en un proyecto apoyado por una subvención de 14 millones de euros del IDAE -del programa pioneros- que se espera entre en operación entre finales de 2026 y principios de 2027. 

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Además, Lhyfe tiene proyectos de 50 y 100 MW en el país en etapas iniciales y dos grandes proyectos en Francia, de 100 y 200 MW, este último con una subvención de 149 millones del Estado francés.

El mal trago de las subastas europeas

Más allá de este gran empujón que ha tomado la productora multinacional, durante el evento virtual, Bechtold abordó la decisión de Lhyfe de no participar en la próxima subasta europea de hidrógeno, anunciada por la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, que se espera que ocurra a finales de este año.

Según el ejecutivo, la compañía se vio disuadida no solo por el precio fijado en la primera subasta piloto, sino también por las nuevas condiciones propuestas para futuras subastas y comentó: “Nosotros hemos competido en Frankfurt y sé que quedamos muy alejados y tanto las referencias de precios como las nuevas reglas, no resultan realistas”. 

Explicó que los precios fijados en la subasta piloto -que oscilaban entre 0,38 €/kg y 0,48 €/kg-, “no son viables para la producción sostenible de hidrógeno». 

Bechtold consideró que los precios fijados en la subasta europea del hidrógeno son «poco razonables» y perjudiciales para el sector ya que opinó que es prácticamente imposible alcanzar estos precios debido a factores económicos y técnicos. 

El principal problema es el alto costo de producción del hidrógeno, que no ha disminuido como se esperaba. Por el contrario, en 2024, el precio de los electrolizadores ha subido, excepto en China, donde son más baratos debido a la producción masiva. 

Además, el costo de la energía renovable no alcanza, generalmente, a ser de menos de 45 euros para lograr competitividad y las limitadas horas de operación de las plantas fotovoltaicas en España, donde se logran precios de menos de 30 euros, aumentan los costos de amortización por kilo de hidrógeno producido.

En este sentido, aclaró que aunque se continúa evaluando la incorporación de BESS, muchos productores (como es el caso de Lhyfe) prefieren no hacerlo. 

Además de los precios bajos, el ejecutivo criticó las nuevas condiciones para la próxima subasta, que incluyen la reducción del plazo de ejecución de cinco a tres años y la imposición de un aval del 10%. 

Estas restricciones, según opinó, hacen que la participación sea “extremadamente difícil”, especialmente para proyectos que aún no están completamente alineados y financiados.

Desafíos en el mercado del hidrógeno verde

El principal reto que atraviesa la producción de hidrógeno verde en este momento según se coincidió en la mesa de Conversaciones Estratégicas fue la falta de demanda y la dificultad para reducir el costo de producción del hidrógeno verde. 

“El consumidor es el principal problema que tenemos. Si tú no tienes un consumidor, el proyecto no es bancable. Si no es bancable, no tienes inversión. Si no tienes inversión, no puedes consumir”, resumió Bechtold. 

No obstante, también mencionó el impacto negativo de lo que denominó “proyectos Powerpoint” donde se han prometido precios muy bajos sin una infraestructura real para sostenerlos. 

Aquí encasilla aquellas iniciativas que tienen promesas no realistas y que han llevado a muchas industrias a esperar precios más bajos antes de comprometerse con contratos a largo plazo, complicando aún más la viabilidad financiera de los proyectos actuales.

Además de la falta de personal calificado, el último desafío que se propuso a debate fue la insuficiente infraestructura energética en España. 

“Faltan muchos puntos de conexión”, sentenció el referente de Life y describió que esto dificulta la transmisión de energía renovable desde donde se genera hasta donde se necesita, elevando los costes y haciendo que sean menos atractivos para los inversores.

El futuro del hidrógeno

Bechtold tiene expectativas moderadas pero esperanzadoras para el mercado del hidrógeno en España. 

Reconoce que el país tiene el potencial de convertirse en un hub importante para la producción de hidrógeno verde, especialmente debido a su capacidad para generar energía renovable a costos relativamente bajos. 

Sin embargo, también es consciente de las limitaciones actuales de la infraestructura y la necesidad de una mayor demanda industrial para asegurar la viabilidad de estos proyectos a largo plazo. 

Bechtold señaló que, aunque sería ideal que España desarrollara una industria interna robusta, “es probable que gran parte de la producción se exporte a países con mayores demandas, como Alemania”. 

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