Tras 14 años de I+D+i, la firma gallega Magallanes Renovables logró un contrato que pretende ser el comienzo de un gran futuro de generación de energía limpia y predecible para el mundo, mediante la tecnología mareomotriz.
Tras la subasta en Reino Unido ocurrida el pasado julio, la compañía fijó una tarifa en 178 £/MWh -del año 2012-, es decir: aproximadamente 300 €/MWh en un contrato de plazo a 15 años.
El parque piloto a escala real se pondría en marcha en 2026 y contará con cuatro plataformas que generarán una potencia pico de 6 MWh, capaces de abastecer a 6.000 viviendas.
Si bien se trata de todo un hito para Magallanes Renovables y su tecnología, Alejandro Marques, Director de Desarrollo de la firma, confía que el próximo paso será el cierre financiero del proyecto. “Aún debemos enfrentar retos tecnológicos de mejoras y eficiencia, además de conocer cómo financiar esta generación, sentando las bases para todo lo que vendrá”, afirma.
En diálogo con Energía Estratégica España, el ejecutivo indica que existe especial interés por parte de las entidades bancarias y promotores que antes apostaron por la eólica marina en sus inicios.
Asimismo, destaca que esta tecnología logrará un coste de 150 €/MWh cuando alcance el primer GW instalado, alcanzando aplanar la curva de desarrollo tecnológico más rápidamente de lo que lo hicieron la fotovoltaica y la eólica.
Esto será posible gracias a su escalabilidad. No obstante, Marques advierte una limitante natural al aumentar el volumen de las palas, ya que su envergadura dependerá de las profundidades marinas.
La actual plataforma ATIR a escala 1:10 alcanzó la potencia de 2 MW. “Si crecemos mucho más, deberíamos producir únicamente con astilleros propios”, explica el referente del proyecto.
De manera que la potencia de cada una de las plataformas podría ser entre 1,5 y hasta 3 MW para resultar competitiva internacionalmente.
La tecnología mareomotriz resulta conveniente por su previsibilidad, facilidad de integración a la red, poco espacio de ocupación y bajo impacto visual respecto a otras tecnologías, como la eólica marina, resalta el directivo de Magallanes Renovables.
Y añade: “Es una estructura muy robusta que usa tecnología madura en su interior a la que tenemos acceso pleno para hacer mantenimiento y mejoras constantes”.
Objetivos para la tecnología
Este será un paso clave para llegar a los 100 MW en el agua hacia 2030 que espera la Asociación Europea de Energías Oceánicas.
“Una vez que ya estén se puede lograr una solidez a la tecnología como para que las grandes empresas se interesen en sumar sus parques”, añade Marques.
Por el momento, su desarrollo depende de subvenciones del Estado. Es por esto que se inició en Reino Unido, ya que es el único país que está apostando a su avance.
España… todavía no
El MITECO lanzó los detalles de la tercera subasta de renovables, dentro del Régimen Económico de Energías Renovables (REER), que adjudicará 520 MW y se realizará el próximo 25 de octubre. De ese total, se establece un cupo de 20 MW para otras tecnologías en la que podrían incluirse este tipo de proyectos.
“A España todavía le falta para crecer en mareomotriz, por sus aguas demasiado profundas. El mayor potencial se encuentra en Gibraltar, aunque es una zona muy activa en la pesca, comercio y en lo militar”, indica el directivo.
Sin embargo, espera llegar a un nivel madurativo en los próximos años, para que sea posible instalar sus plataformas allí y “volver donde todo ha iniciado”, ya que, según comenta, es donde nació el proyecto del prototipo actual ubicado en Escocia, llamado ATIR.
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