El mes pasado, Iberblue Wind presentó sus planes para desarrollar proyectos eólicos marinos en España y Portugal, con el objetivo de instalar 2 GW de potencia. Para esto, construirán parques de 500 MW de potencia.
En diálogo con Energía Estratégica España, el Vicepresidente de Iberblue Wind, Adrián de Andrés, comenta: “En la Península Ibérica tenemos todos los ingredientes necesarios para la eólica marina”.
“Ambos países tienen un recurso eólico muy abundante. Además, tienen una buena política de renovables, con una buena participación en el mix energético. Y también, poseen una cadena de valor de primer nivel mundial”, destaca el directivo.
Sin embargo, el ejecutivo hace hincapié en una serie de cuestiones que dificultan el desarrollo de proyectos de eólica marina en ambos países. Siendo el más relevante, la falta de un marco normativo.
“Hace mucho tiempo empezó a crearse esta legislación, pero viene con retraso. Es un elemento fundamental para que se lleven a cabo estas propuestas de proyecto”, indica de Andrés.
Asimismo, señala que es importante que esta regulación debería diferenciar entre las tecnologías de eólica marina de fijación y flotante, centrándose en esta última de manera específica.
“También encontramos un obstáculo en términos tecnológicos, ya que tanto las costas españolas como portuguesas son bastante profundas, y por ello se debería hacer un avance para desarrollar allí esta tecnología”, explica el directivo.
Luego, como tercer punto, advierte un problema con la conexión de estos proyectos a la red, debido a que el sistema no está preparado para recibir la energía todos estos proyectos, que además van a ser de gran tamaño para conseguir economías de escala.
“El Gobierno de Portugal se puso como objetivo desarrollar 10 GW de eólica marina, y la meta de España está entre 1 y 3 GW, es decir, que podrían sumarse 13 GW a una red que no está en condiciones de hacerlo”, remarca el ejecutivo.
Y finalmente, como último obstáculo, apunta hacia los tiempos de desarrollo que tienen estas plataformas, ya que esos 13 GW demandarán una gran cantidad de emprendimientos, y los parques demoran meses en construirse.
“Con lo cual, tenemos un cuello de botella que va a estar en la cadena de valor, tenemos que asegurarnos que esté lista y con la capacidad suficiente para llevar a cabo todos estos proyectos”, resalta de Andrés.
Comparación con el Reino Unido
Por otro parte, el directivo hizo un paralelismo entre la situación actual de la Península Ibérica en eólica marina, y el Reino Unido, que es una de las potencias europeas en este sector.
“A nivel de potencial, están en ambas regiones en niveles altísimos de viento. Aunque el Reino Unido, al ser una isla, necesita más de una independencia energética. Una ventaja que tiene España en ese sentido, son sus interconexiones con el continente”, subraya el ejecutivo.
Por el lado administrativo, de Andrés señala un punto que la Península Ibérica podría imitar de su vecino del norte, que es un régimen regulatorio tiene una mayor claridad, tanto para dividir las zonas del espacio marítimo, como para gestionar permisos medioambientales.
Este proceso de desarrollo está muy claro, es un destino muy seguro para la inversión, porque todo el mundo lo tiene claro. En Reino Unido hay un ente, The Crown State, mientras qué en España, son varios los ministerios los que tienen que dar autorización para estos procesos. Cuanto más simplificado esté esto, mejor para los proyectos.
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