Los ministros de Energía de la Unión Europea buscarán hoy un acuerdo político sobre una propuesta de Reglamento del Consejo para intervenir de emergencia el mercado energético y hacer frente a los altos precios.
Según informaron desde la Comisión Europea, la agenda de temas a debatir incluye medidas para reducir la demanda eléctrica en horas punta con el fin de disminuir los precios de la electricidad para los consumidores, medidas para recaudar los excedentes de la producción de electricidad y una contribución solidaria de los excedentes de los sectores de las energías fósiles, que se destinará a paliar la impacto de los altos precios en los clientes finales y proteger aún más a los clientes minoristas de electricidad.
En diálogo con Energía Estratégica España, el experto en mercados energéticos, Miquel Gironés, sostiene que será momento de empezar a tomar decisiones para resolver los problemas que hoy enfrenta Europa.
“Estamos en una economía de guerra y hay que tomar medidas rápidas de racionamiento, en primer lugar. Así como la COVID-19 nos trajo confinamiento, esta guerra impondrá racionamiento”, indica el analista.
Asimismo, destaca que este período de escasez servirá para que todos los actores aprendan a aprovechar al máximo las energías renovables.
¿Qué pasará con los precios del gas?
Luego del debate por el paquete de medidas para bajar el precio de la energía, los ministros mantendrán un intercambio de puntos de vista sobre otras opciones políticas para mitigar los altos precios del gas.
Al respecto, desde la Comisión Europea ya habían descartado la discusión de medidas que modifiquen los mercados energéticos en el corto plazo, justificados por la complejidad que requieren dichas acciones.
No obstante, tras la presión ejercida por las autoridades de 15 países, entre los que se encuentran España, Francia e Italia, se abre una posibilidad de que este viernes se pida establecer un tope al precio del gas en los mercados europeos.
Incluso, desde Francia fueron contundentes con la necesidad de separar al gas de la energía para hacer frente al problema.
“Hay que sacar la electricidad del gas, no al revés”, opina Gironés y explica que es la electricidad la que influye en el gas de tal manera que sube el precio del marginal y que lo que se tiene que poner en cuestión es el Gas Target Model, de manera que se replanteen los mercados nacionales y los internacionales.
Asimismo, también se ha filtrado que la Comisión Europea analiza la posibilidad de reducir el peso del índice gasístico neerlandés TTF Dutch de referencia en Europa, por no reflejar adecuadamente los precios del gas natural licuado (GNL) que llega a la UE por buques metaneros, así como reforzar la vigilancia sobre el comportamiento de los mercados.
¿Pérdidas de gas o sabotaje?
Por último, Dinamarca, con el apoyo de Alemania y Suecia, informará a los ministros sobre las recientes fugas de gas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 cerca de la isla de Bornholm en Dinamarca.
El Nord Stream reveló ayer una cuarta fuga y se teme la liberación de metano a la atmósfera. Las fugas provocarán emisiones tóxicas por el equivalente de 7,5 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).
Esta última falla disipa la idea de un sabotaje intencional.
Dinamarca y Suecia han abierto sendas investigaciones que avanzan lenta y rigurosamente debido a que continúa saliendo gas de las tuberías.
La Dirección General de Energía danesa informó este miércoles que ha salido más de la mitad del gas y que el flujo podría detenerse el domingo, lo que permitiría una inspección submarina.
Los sectores eléctricos y gasísticos de Dinamarca y Suecia han elevado el nivel de alarma sobre sus instalaciones con motivo de las fugas.
Lo mismo ha hecho Noruega, a pesar de que no tiene costa en el Báltico, incluyendo presencia militar, mientras que Suecia ha aumentado, además, el nivel de alerta en sus centrales nucleares.
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