Durante el cierre de la segunda edición de Nuevo Regadío Forum, el evento que se posiciona como punto de encuentro de administraciones públicas, comunidades de regantes, empresas y profesionales para difundir y compartir el uso del agua en la agricultura del siglo XXI, Joaquin Puig expuso la situación actual del Canal de Navarra.

El subdirector general del INTIA, resaltó que tras la finalización de la primera fase de inversión en el canal y la puesta en marcha de la segunda que consta de 250 millones de euros y las modernizaciones al Plan Foral de Regadíos, Navarra se posiciona para lograr su objetivo de ser una región solvente y actuar contra el cambio climático hacia la década 2030-2040.

“Una de las piedras angulares que ya pensamos en 1997 era dotar de soberanía energética a los regantes mediante el Canal de Navarra”, destacó Puig.

El Canal de Navarra, que busca la eficiencia energética manteniendo la cota, está participado en un 60% por el Gobierno de España y en un 40% por la Comunidad Foral de Navarra.

Este permite que el riego del 90 por ciento de la superficie sea con presión natural, sin bombeo, garantizando una mayor competitividad del sector debido a que no incluye en la generación el coste de los altos precios de la energía.

Asimismo, Puig agregó que con el 10 por ciento restante, se buscará una mayor eficiencia energética y fomentar la correcta instalación y mantenimiento de las baterías de condensadores para que el funcionamiento de las instalaciones de bombeo funcionen de manera eficiente.

La puesta en valor de este canal significará un impacto positivo para la comunidad ya que, según la autoridad de INTIA, se ha contribuido a crear cerca de 3.160 puestos de trabajo de manera directa, indirecta e inducida, y que el efecto total de tal inversión sobre la economía de la Comunidad Foral de Navarra equivaldría al 1,1% del PIB navarro, y al 1 % del total de puesto de trabajo de la economía regional.